Hacer jabones es todo un arte muy beneficioso para la piel practicado desde tiempos inmemoriales, una actividad que también forma parte del acervo popular de Gran Canaria que el Cabildo quiere potenciar a través de un curso de la Fedac para dar a conocer las técnicas de este oficio, informó la consejera de Artesanía, Minerva Alonso.

La artesana Loreto Herrera será la encargada de impartir las clases hasta el jueves de la próxima semana en la Escuela Taller de Gáldar, donde doce alumnos atenderán a las explicaciones de esta experta en la elaboración de estos productos cada vez más demandados.

Y es que una de las grandes ventajas de los jabones naturales reside en la presencia de glicerina, una sustancia natural que surge de mezclar aceite de oliva u otra de origen vegetal, sosa cáustica y agua. La glicerina tiene importantes propiedades para la piel y evita la aparición de enfermedades como la dermatitis atópica, sin embargo suele ser retirada de los jabones industriales para destinarla a otros usos.

La ausencia de etanol, alcohol, colorantes y otros elementos artificiales contribuye también a que estos jabones naturales sean tan apreciados, especialmente cuando en su composición se incluyen esencias de productos cuyas propiedades se suman a la mejora de la salud de la piel.

Es el caso de la lavanda, un ingrediente muy valorado por los consumidores de estos productos debido a sus propiedades calmantes e hidratantes, al que también acompaña el aloe vera, de efecto cicatrizante y desinfectante, uno de los favoritos de los aprendices de artesano.

Otros aceites esenciales que se usan con frecuencia en la elaboración de jabones artesanales son los de caléndula, rosa mosqueta y laurel.