Los termómetros de las medianías de San Bartolomé de Tirajana marcaron las temperaturas más altas de Canarias durante el mes de septiembre. El mercurio alcanzó su cota máxima el día 8, cuando llegó hasta los 34,9 grados centígrados en esta estación de medición

Más allá de esta temperatura máxima, el de septiembre fue un mes en el que los registros se mantuvieron dentro de la normalidad, de acuerdo con el avance climatológico de las Islas difundido ayer por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Las anomalías, ligeramente positivas -0,2 grados-, fueron causadas principalmente por los altos valores de las mínimas, según indicó el organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.

Por islas predominó, con ciertos matices, el carácter cálido en Lanzarote y en amplias zonas de la provincia occidental. Mientras tanto, en Fuerteventura y, en menor medida, en Gran Canaria, el comportamiento se mantuvo primordialmente en un entorno de normalidad.

El número de noches tropicales -aquellas en las que la mínima no desciende de 20 grados- llegó hasta 10, valor nada alejado de lo esperado, según la Aemet. También se mantuvo en los umbrales previstos el comportamiento seco en cuanto a precipitaciones. Hubo dos episodios de lluvias, los días 12 y 18, ambos con alisios en superficie y circulación del oeste o del suroeste en niveles medios y altos, dejando entre 10 y 20 litros por metro cuadrado en las medianías del norte de Gran Canaria.

El viento se notó con fuerza en puntos de la costa oriental de Gran Canaria. El día 29, una intrusión de calima se hizo sentir de manera significativa en las costas de las islas centrales con una visibilidad limitada a 9 kilómetros.