La cola de coches con dirección al casco urbano de San Mateo llegó ayer a la hora del almuerzo hasta el municipio de Santa Brígida. Cerca de 40.000 personas desbordaron este fin de semana el pueblo de medianías, con motivo de la cuarta edición de la Feria Regional de Artesanía y Patchwork. Los empresarios del sector de restauración y los participantes de la muestra culminaron dos días de intenso trabajo con buen sabor de boca tras duplicar sus ventas con respecto al año pasado. Los establecimientos que integran la planta alojativa de la comarca alcanzaron su capacidad máxima.

Si al mercado dominical se le suma un día soleado, un maratón de orquestas en la plaza y una feria de costura integrada por 28 empresas procedentes de todo el Archipiélago, el resultado de la operación da un casco urbano de la Vega San Mateo donde no cabe ni un alfiler.

Según el alcalde, Antonio Ortega, algunos de los bares tuvieron que cerrar antes de lo previsto el pasado sábado debido a la "falta de existencias". Y, aunque el Cabildo este año apoyó la feria de patchwork con un bono del 50% descuento en el trayecto de ida y vuelta en guagua hasta el municipio, el tráfico de vehículos particulares en las inmediaciones del pueblo no dio tregua a los peatones hasta bien entrada la tarde de ayer.

Tal ha sido la afluencia de visitantes a la muestra en esta edición, cerca de 40.000 personas, que las plazas alojativas de la comarca de medianías rozaron el lleno absoluto. Ortega aseguró que tanto el Parador de Tejeda como las casas y hoteles rurales de Las Lagunetas, La Lechuza o Santa Brígida se beneficiaron este fin de semana de la llegada de guaguas repletas de asiduos a la muestra textil.

Tras el éxito alcanzado, el munícipe adelantó que la próxima edición la feria adquirirá un carácter nacional. "En las ferias de patchwork de la península ya se habla del municipio de San Mateo. Creo que tenemos una oportunidad de oro para colocar el nombre de la localidad en la agenda nacional de las ferias de costura. Ya no tenemos nada que envidiar a otras ciudades, como Sitges, que reciben casi la misma afluencia de visitantes que nosotros a la feria de patchwork", destacó Ortega. Para alcanzar este objetivo el próximo año la iniciativa se extenderá a "todo el casco histórico" del municipio, incluyendo las calles laterales de la iglesia y la zona de La Caldereta, dedicada precisamente a las costureras. Ahora solo falta que el Cabildo amplíe a "unos 12.000 euros" su apoyo y que el ayuntamiento reserve una partida mayor a esta actividad vinculada a la zona comercial abierta.