El 55% de las mujeres que trabaja en el campo en Gran Canaria está en el paro y el 59% no cotiza porque no están dadas de alta en la actividad, según reveló ayer el alcalde de Moya, Hipólito Suárez, municipio donde el próximo fin de semana el Cabildo de Gran Canaria y la Confederación de Mujeres del Mundo Rural Ceres han organizado el I Encuentro Canario de Mujeres Agrarias, del 14 al 16 de octubre, donde participarán unas cincuenta mujeres de todas las islas, incluida La Graciosa. El 15 de octubre la ONU celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales.

En este encuentro debatirán sus duras condiciones de trabajo, agravadas por el carácter tradicional del mundo rural, tanto que muchas no son cotitulares de sus tierras. De hecho, sólo el 9% posee la titularidad de la explotación agraria en la que trabajan y la mayoría ni siquiera es cotitular de la actividad que realiza con sus parejas.

"Las mujeres se congregarán para debatir las bases de un estatuto de la mujer agraria de Canarias, conocerán las diferentes realidades del sector rural femenino de cada isla y recibirán formación sobre la titularidad compartida y las nuevas formas de venta y mercadotecnia, además de visitar la Casa del Queso del Cabildo en Guía, gestionada por mujeres rurales, y celebrar mesas redondas y talleres", informó el consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo.

El consejero apostó por fomentar la representación de las mujeres, "legítimas interlocutoras en el impulso de políticas agrarias que siempre han jugado un papel fundamental en el sector primario de Canarias" y valoró que este encuentro sirva también para propiciar y modernizar acciones conjuntas de promoción de la producción y las marcas locales. "Las mujeres rurales jóvenes son ahora mas activistas que nunca", apuntó.

La consejera insular de Igualdad, María Nebot, manifestó que "hay que poner en valor los derechos laborales de las mujeres rurales" y resaltó la necesidad de "visibilizar las discriminaciones que soportan las mujeres en el sector agrario, sobre todo en lo referente al reconocimiento profesional y la estima social, así como al ejercicio de los derechos profesionales, sociales y fiscales", por lo que hizo hincapié en la urgencia de promover su acceso a la titularidad de las explotaciones y a todos sus derechos.

Recolectar

La presidenta de la Asociación de Mujeres del Mundo Rural de Canarias, Carmen Pérez, habló de la labor incómoda que se desarrolla en el sector primario y afirmó que lo que más desagrada a las mujeres rurales es "recolectar, afrontar un gran terreno en el que pasará horas cogiendo papas, verduras o frutas, con calor o lluvia, sabiendo que le espera a continuación más trabajo en casa". El fin de semana se les hará un reconocimiento público a tres mujeres rurales por su lucha y trabajo.

"Las mujeres del entorno rural hacen frente a agotadoras jornadas repletas de responsabilidades, como cultivar, recolectar, empaquetar y trasladar la cosecha, para después hacer la comida de la familia, cuidar a padres, hermanos e hijos y organizar su hogar, ya que a las duras condiciones laborales hay que sumar un carácter tradicional del sector", añadió.

A pesar de esta realidad, la mujer suma al trabajo en la tierra y a las tareas domésticas las labores tradicionalmente desempeñadas por ellas, como preparar el queso o la leche después de ordeñar. Con el paso de los años, hombres y mujeres han ido tomando conciencia de la importancia de aplicar criterios igualitarios al trabajo de las mujeres rurales, de visibilizar y reconocer un esfuerzo por el que hasta ahora no tenían derechos reconocidos.