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Entrevista

"El mundo rural es duro y sacrificado, y más para las mujeres con cargas extras"

"El trabajo en el campo se relaciona con el hombre, pero tenemos que empezar a cambiar esos roles", afirma Carmen Pérez, presidenta de la Confederación de Mujeres del Mundo Rural

Carmen Pérez, el martes en la capital grancanaria. YAIZA SOCORRO

Ceres era la diosa de la agricultura en la mitología romana. ¿De ahí proviene el nombre de la asociación que preside?

Sí. Como es una organización de mujeres rurales que trabajamos el campo, cogimos el nombre de la diosa de la agricultura.

Este año organizan el primer encuentro en Canarias.

Sí, es el primer encuentro regional que hacemos. Hace tres años se celebró aquí el encuentro nacional. Este fin de semana vamos a reunirnos más de medio centenar de mujeres campesinas para tratar asuntos que nos conciernen. La organización la formamos más de cien mujeres de toda Canarias.

La Confederación que preside usted en Gran Canaria está implantada en todo el archipiélago.

Efectivamente, estamos en todas las islas, incluida La Graciosa, donde también tenemos representación con dos mujeres.

¿Las mujeres jóvenes de su organización están apostando fuertemente por la agricultura y la ganadería?

Sí, somos jóvenes y capacitadas. Hasta ahora siempre han sido los hombres los protagonistas del mundo rural, los que llevaban la iniciativa, pero las mujeres hace tiempo que han saltado a la palestra para reivindicar un lugar importante en el campo, donde han tardado mas tiempo en hacerse presentes debido a una tradición conservadora y patriarcal.

Ustedes preconizan la igualdad en el mundo rural, donde los derechos de la mujer han sido pisoteados en buena medida.

Exactamente. No se trata de quitarle ningún lugar al hombre, sino de dárselo a la mujer, que ha estado siempre ahí, pero nunca ha sido visualizada. Ahora mismo hay que buscarles ese lugar para que vean que hay mujeres en el mundo rural trabajando duro y seriamente. El mundo rural es un mundo muy duro y sacrificado.

Y a pesar de eso usted apuesta por el trabajo en el campo.

Sí, sabemos que es un trabajo duro y constante, porque no se puede dejar de faenar, de labrar la tierra o de atender a los animales cada día, pero nosotras apostamos claramente por darle visibilidad y protagonismo. Es un trabajo duro que está ahí, en la tierra o en la ganadería. Además, las mujeres tienen una carga extra detrás: sus padres, sus hijos. Es un trabajo doble porque al de la tierra se une la carga familiar.

La tradición conservadora del mundo rural ha perjudicado a la mujer.

Claro que sí. El mundo rural no cabe duda de que está plagado de tradiciones conservadoras que han mantenido a la mujer al margen durante mucho tiempo. Nosotras queremos ahora cambiar ese chip, reivindicando el trabajo en el sector primario y demostrando que estamos preparadas para asumirlo con éxito.

En este asunto es importante la educación para cambiar ese chip.

Sí, es un tema de educación. Tradicionalmente se ha relacionado el trabajo en el campo con el hombre y no con la mujer, pero tenemos que empezar a cambiar esos roles sociales y laborales. Este trabajo tanto puede desempeñarlo el hombre como la mujer.

¿Usted cree que los hombres se implican en esos nuevos papeles?

Yo creo que sí, cada vez lo entienden y lo aceptan como algo positivo, pero es un trabajo que hay que ir haciendo día a día. Nosotras estamos convencidas de nuestras posibilidades y los hombres se están dando cuenta de que somos tan válidas como ellos para estos trabajos en las zonas rurales porque las mujeres también somos lo suficientemente fuertes para poder soportar esas duras condiciones laborales.

La nueva mentalidad tiene que trabajarse conjuntamente para que pueda desarrollarse.

Efectivamente, tenemos que trabajar juntos hombres y mujeres. Es un trabajo conjunto.

Aquí participan dos consejerías del Cabildo, la del Sector Primario y la de Igualdad.

Claro, porque a las dos les afecta. A una porque hablamos del mundo rural, que es más complejo de lo que parece, no es tan primario y sencillo. Y luego está la Consejería de Igualdad porque pretendemos que las mujeres y los hombres sean iguales, tengan los mismos derechos y las mismas condiciones de trabajo en el mundo rural. No queremos ser más que los hombres, pero tampoco menos.

¿Encuentran eco en los gobernantes?

Sí, la verdad es que hemos encontrado una muy buena disponibilidad, tanto por parte de la consejera de Igualdad como del consejero de Agricultura. Y qué decir del alcalde de Moya, que ha llevado este encuentro de mujeres rurales allí.

Para usted, que es natural de Moya, será una gran satisfacción.

Por supuesto. El Ayuntamiento de Moya nos ha abierto las puertas y nos ha dado todas las ayudas posibles.

Y lo curioso es que los tres políticos pertenecen a distintos partidos: izquierda, derecha y nacionalismo apoyando a una misma causa.

Sí, nos apoyan todos y se implican. Eso quiere decir que todos vamos por el buen camino. Ya nadie se plantea que el campo, la agricultura y la ganadería están destinados solo a los hombres. Cada día se implican más nuestros representantes públicos y ya no se ve esa diferencia de antes entre hombres y mujeres.

En el encuentro del próximo fin de semana hay talleres, charlas y actividades prácticas.

Sí, hay actos lúdicos y después tendremos visitas. Una de ellas será a la Casa del Queso, que ahora la llevamos en Ceres, y luego a una bodega que está regentada por una chica.

La presencia femenina cada vez es mayor.

Yo creo que sí. Cada ve se le está dando más importancia al lugar que le corresponde en este trabajo en el mundo rural. Llevamos unos cuantos años, estamos trabajando en ello y viendo los resultados, que es lo importante.

El sector primario es más crucial de lo que mucha gente cree.

Por supuesto. Las nuevas tecnologías son importantes pero sin la agricultura y la ganadería no nos podríamos alimentar. Estamos en un buen inicio. La mentalización y la concienciación son muy importantes.

Las mujeres también son guerreras en el otro campo de batalla, el primario.

Por supuesto. Queremos que se visualice a la mujer del mundo rural, y no hay mejor día que el 15 de octubre, que es su día. Desde Ceres, que es una confederación de mujeres del mundo rural, agrupamos todas las islas.

Este fin de semana celebran su día grande.

Tendremos un fin de semana con un encuentro lleno de talleres, donde las mujeres vamos a hablar de nuestra problemática y tendremos la posibilidad de trabajar la titularidad compartida, además de reconocer a tres mujeres agrarias y ganaderas que han estado todos estos años trabajando. Todas pueden participar en el encuentro.

-Antes la juventud huía del campo.

-Las nuevas generaciones están cambiando. Yo soy de un medio rural y he ido saliendo poco a poco. El tema que estamos trabajando es para que las nuevas generaciones vean que ser mujer no significa que seas menos en el mundo rural sino que seas igual que el hombre. Buscamos una igualdad, no que la mujer sea mejor que el hombre, sino la igualdad.

-La mujer está relegada. Solo una de cada diez es titular de una explotación agraria.

-Está a punto de salir la ley de la titularidad compartida y eso queremos introducirlo en los estatutos de nuestra organización. Tenemos que trabajar con las mujeres para que tengan la suficiente información y se disipen sus dudas.

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