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Teror

Teror solicita una salida directa a la circunvalación

El alcalde busca alternativas a los tapones diarios en la salida a la capital

Teror solicita una salida directa a la circunvalación

Teror acelera las negociaciones políticas para tratar de cerrar una modificación urbanística que permita la construcción de una salida directa desde Las Mesas a la cuarta fase de la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria-Arucas, para evitar las colas que alcanzan en ocasiones los tres cuartos de hora (GC-3) en la actual salida de Ciudad del Campo y Piletas por las mañanas. El alcalde, Gonzalo Rosario, ratifica que el próximo año saldrán a concurso las obras de ampliación de la carretera general entre ambos municipios (GC-21), a pasar de que existen problemas para expropiar algunas fincas.

Teror lleva años tratando de mejorar sus comunicaciones por carretera, cuyo trazado data de hace casi un siglo, para dar respuesta a la demanda histórica de los vecinos de su pueblo y de otros como Valleseco, así como a las relevantes industrias asentadas en el municipio. Sin embargo, los compromisos institucionales se han ido dilatando en el tiempo. Ahora, en cambio, Gonzalo Rosario observa que existe una mayor predisposición del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Cabildo y el Gobierno canario para cumplir con esas pretensiones.

Una de las prioridades es la salida directa a la nueva circunvalación que está a punto de inaugurarse en ese tramo de Tamaraceite a Arucas, para evitar las retenciones que se concentran en las rotondas de Ciudad del Campo y Piletas. Para ello, la opción que se baraja es establecer una salida desde el barrio de El Toscón, en las inmediaciones de la casona que ocupa una organización de ayuda a drogodependientes, hasta Las Mesas. Para ello es necesario una modificación de las calificaciones urbanísticas de la zona.

Gonzalo Rosario confirma que ya ha mantenido contactos con el Ayuntamiento de la capital, y que ha encontrado receptividad. El siguiente paso es llevar esas modificaciones el Plan Territorial del Cabildo, para luego obtener la financiación, que debería ir a cargo del Gobierno de Canarias. Su coste inicial se estima entre dos y tres millones.

Retenciones

El alcalde recalca que las retenciones de salida a la capital en las horas punta puede alcanzar el kilómetro y los tres cuartos de hora. Sobre todo para los conductores que quieren salir desde Ciudad del Campo poco después de las siete de la mañana.

De momento, la presencia de un grupo de policías locales y agentes de movilidad de la capital en las distintas rotondas ha permitido aligerar el tráfico, en un problema que se acentuó con el inicio del curso escolar.

Mientras, avanza que la obra de ampliación de la carretera actual entre la capital y Teror saldrá a concurso el próximo año. En estos momentos falta cerrar un par de expropiaciones de terrenos, pero no van a esperar a su resolución, para no dilatar la actuación, que se incluirá en el presupuesto del Cabildo del próximo año. El objetivo es que pueda estar acabada antes de la finalización de 2018.

El Cabildo de Gran Canaria inició en febrero del año pasado el procedimiento de expropiación de las 48 fincas afectadas que ocupan casi 33.406 metros cuadrados para acometer las obras de ensanche y mejora de la seguridad de los casi 10,2 kilómetros de la carretera entre Las Palmas y Teror (GC-21 y GC-219). El coste de la obra se estima en 6,6 millones, y en principio estaba previsto que saliera a concurso en mayo de 2015, para poder comenzar los trabajos antes de ese fin año. Sin embargo, todos esos plazos se han ido al traste por la demora de las expropiaciones.

En conjunto, de los terrenos afectados, casi 19.000 metros están asentados dentro del término municipal de Las Palmas de Gran Canaria y el resto en Teror.

La carretera de Teror es una de las vías interiores más transitadas, sobre todo por las decenas de miles de peregrinos y visitantes que acuden al Pino. Además, concentra un importante volumen de tráfico pesado de las diferentes empresas que tienen sus industrias y centros de distribución en la villa mariana, además de vecinos de localidades como Valleseco.

Sin embargo, a pesar de las reiteradas peticiones del Ayuntamiento, hasta ahora sólo había podido salir adelante la construcción del puente que evita el paso por el puente viejo.

Ahora tanto el Ayuntamiento de Teror como el de Las Palmas de Gran Canaria deberán llegar a un acuerdo para evitar que el proyecto se rertrase por la burocracia administrativa y pueda logra r la adecuada financiación para suy ejecución.

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