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Entrevista

"Hay estudios sobre alimentos que son tendenciosos"

Virgina Rodríguez, doctora en Farmacología y veterinaria especialista en Seguridad Alimentaria añade "según quién los pague"

La doctora en Farmacología Virginia Rodríguez. LP/DLP

Usted va a impartir un taller denominado 'Verdades y mentiras e los alimentos'. ¿En qué va a consistir?

Pues en primer lugar les voy a explicar la nueva pirámide alimentaria, que ha traído un montón de controversias cuando salió, para que la sepan interpretar. También les voy a explicar el concepto de dieta saludable y luego el origen de los mitos alimentarios.

¿De donde salen esos mitos y quiénes son los interesados?

Los interesados los encontramos en la industria alimentaria. Analizaremos la veracidad de los mitos, pero en algunos grupos de alimentos desde el punto de vista nutricional y basándonos en la ciencia y la normativa alimentaria.

¿Qué mito alimentario destacaría más?

Buf, hay tantos, pero por ejemplo el del huevo y el colesterol.

¿Es verdad que los huevos producen colesterol malo?

No es cierto. De hecho cuando nosotros vamos a nuestro médico de familia y nos mira el colesterol realmente el valor que nos están dando no es del todo fiable porque nos están midiendo los transportadores del colesterol. De eso hay artículos científicos.

¿Son afirmaciones avaladas por la ciencia?

En España tenemos un grupo de investigadores que viene estudiando el colesterol desde hace años y lo están diciendo: las mediciones no son del todo correctas. Y tampoco es correcto decir que el colesterol que te pueda aportar un huevo te va a suponer un riesgo cardiovascular.

¿Entonces es una leyenda que el huevo produce colesterol?

El huevo tiene colesterol, pero es bueno, no malo. Es colesterol bueno. Además, el colesterol que aportan los alimentos no nos va a influir en el colesterol que tengamos en sangre. Realmente quien sube el colesterol es el tipo y el tamaño de las grasas que tomamos.

¿Por ejemplo?

Por ejemplo, la grasa trans de la bollería. Eso es una porquería porque sube mucho el colesterol. O por ejemplo, el sedentarismo, el tomar hidratos de carbono de rápida absorción. Todo eso sube el colesterol. Tomar huevos no sube el colesterol.

¿Y la carne es buena o mala para la salud?

Hay que tratar de comer de una forma equilibrada. Este taller lo hice el año pasado y la gente sale sorprendida. Hay muchas cosas que parecen increíbles. Yo siempre digo en la charla que la ciencia es la que cambia. Nosotros formulamos una hipótesis pero los medios van cambiando. Tenemos cada vez más tecnologías y la ciencia avanza. Lo que antes decíamos que sí hoy se investiga con más profundidad y nos damos cuenta de que estábamos equivocados.

¿Podría poner usted algún caso concreto?

Por ejemplo, el tema de las grasas saturadas, que siguen siendo vilipendiadas, pero desde hace un par de años un grupo de científicos, que ahora tienen más medios que antes, se están dando cuenta de que no todas las grasas saturadas son malas. Están clasificándolas a ver cuáles interesan y cuáles no.

O sea, que hay que distinguir entre la buena y la mala.

Eso es, y ahora mismo están trabajando en eso también.

Aparte del huevo y el colesterol, hay muchos más mitos.

Muchísimos más. Hay una leyenda que dice que la leche es mala para la salud.

Dicen que las personas son los únicos mamíferos que siguen tomando leche en la etapa adulta y toda la vida.

Pero eso no es así. También somos los únicos mamíferos que hemos sido capaces de domesticar animales y de crear tecnología para obtener la leche. Nada que ver. Nosotros podemos tomar leche porque tenemos una enzima para digerirla. Ya luego a título personal uno puede decidir a lo largo de su vida si toma leche o no.

La gente se obsesiona con la dieta y recurre a Internet para informarse

En determinadas páginas de Internet se dicen muchas tonterías sobre la alimentación: no bebas agua, no bebas leche porque todo es tóxico y cancerígeno. ¿Cómo es posible que estemos comiendo tan mal cuando cada vez somos más longevos y tenemos mejor calidad de vida? Tan mal no lo estamos haciendo.

A veces se produce una psicosis en la sociedad sobre determinados alimentos y se crea una alarma social ficticia.

Sí, porque muchas veces es infundada. La semana pasada leí un titular que decía que las chuches de los niños tienen contaminantes químicos. Lo leo, me voy a la fuente y lo que decía es que tiene presencia, pero eso no quiere decir que los niños no puedan comer chuches.

¿No hay que ser entonces tan aprensivo?

Claro que no. Lo más probable es que el arroz que me voy a comer ahora tenga algo de arsénico, pero no por eso me voy a morir porque la cantidad que tiene es tan pequeña que no produce ningún problema.

También se habla de la relación del pescado con su cantidad de mercurio.

Sí. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria dice que como hay determinados pescados azules grasos que por su tamaño acumulan mercurio, no aconseja tomar atún, pez espada o caballa todos los días, como máximo dos o tres veces a la semana. Esa es la recomendación de las autoridades sanitarias. En el caso de las embarazadas, hay que evitar comer ese tipo de pescado, que son cuatro o cinco.

Pero si uno lo toma en dosis razonables no pasa nada.

No hay ningún problema. Pero lo que genera noticia es decir que el pescado está contaminado de mercurio.

¿Tenemos que fiarnos de los informes alimentarios?

Lo que dicen los científicos que no están subvencionados ni pagados por ninguna empresa o sector es lo que nos debe orientar a todos. Cuando no hay intereses detrás, aparece la verdad. Hay estudios cuyos resultados son tendenciosos dependiendo de quién los pague. Los estudios que me interesan son aquellos que no están contaminados.

Hay otro mito que dice que el pan engorda.

Lo que se sabe es que el exceso de azúcar e hidratos de carbono refinados son perjudiciales para la salud y se cree a día de hoy que están detrás de enfermedades crónicas como el cáncer.

¿Y qué aconseja usted?

Comer pan, sí, pero en su versión integral. Hay que evitar el pan blanco. Y sobre todo evitar el consumo de embutidos. Vale más hacerte un bocadillo con queso, que en esta tierra hay muchos y buenos, que con jamón envasado. Es mucho más saludable y no pasa nada. El pan integral aporta nutrientes a la salud. Lo que realmente engorda del pan es si estás todo el día comiendo pan o el embutido de mala calidad que le pongas. Si quitas alimentos de la dieta también estás quitando nutrientes esenciales. El pan no es malo. Lo único es que hay que apostar por el pan integral, que el consumo en España es anecdótico: el 5%.

¿Los quesos son saludables o aportan demasiadas grasas?

Podemos estar tranquilos porque hay control veterinario de cualquier producto de origen animal. Nosotros siempre estamos encima de eso. Podemos comer alimentos sin ningún temor. Afortunadamente hay controles que funcionan, aunque hace falta más inspección.

¿Especialmente para qué?

Para el tema del etiquetado, que yo siempre estoy muy cabreada con eso. Por desgracia y por la crisis han quitado a un montón de inspectores que controlaban eso. Haría falta más rigor, pero podemos comer con tranquilidad.

Y en cuanto a los quesos.

El queso más saludable sería el tierno. El curado es un queso tierno, pero con nutrientes más concentrados, por lo que va a tener mayor aporte de grasas y proteínas. De esos quesos hay que abusar menos pero no por ello vamos a dejar de comer un queso semi o duro con un potaje que está que te mueres.

Usted realizó una tesis doctoral sobre el uso de aloe vera en farmacología.

El problema que tiene el aloe vera en Canarias es la competencia de China y países terceros que utilizan un aloe y lo procesan con mucha peor calidad, por lo que están haciendo un daño descomunal. Aquí hay gente que lo está trabajando bien, aunque los empresarios deben unirse más para conseguir objetivos.

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