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Mogán

Escarabajos hawaianos acampan en Arguineguín

Ochenta clásicos de Volkswagen y furgonetas californianas se concentran en el Sur

Dos apasionados de los escarabajos con faldas y collares de flores. LA PROVINCIA/OLP

Una plaga de escarabajos tuneados con motivos hawaianos , y otra de furgonetas californianas invadieron el camping de El Pinillo, en Arguineguín. La devoción por los primeros modelos del fabricante Volkswagen movilizó a los fieles a estos clásicos motores de Gran Canaria y Tenerife, que por sexto año, volvieron a unirse para compartir un fin de semana junto a estos utilitarios, que conservan como auténticas joyas. Hasta 80 vehículos se concentraron en la Playa de Melenara, donde tras dar la bienvenida a los llegados de la isla vecina, tomaron rumbo, sin prisas, en eso consiste la filosofía de estos conductores, a las tierras del Sur. En esta edición de la VWeekend Canarias tocaba celebrar la fiesta en Gran Canaria, donde arrancó en 2010, y además, por decisión de los organizadores, los amigos de estos coches, que soportan casi todos más de 60 años sobre sus carrocerías, la animación se inspiró en los espectáculos hawaianos.

Así, tocó poner a los escarabajos, que los había de todos los colores (rojos, celestes, naranjas, amarillos, y dorados) flores y tablas de surf en las bacas, aunque algunos destacaron por mostrar las señales de óxido y no como signo de edad, sino para mostrar ese poderío, que les imprime el hecho de proceder la década de los sesenta o setenta y seguir tirando adelante. Las furgonetas también se impusieron por sus atrevidos tonos, prolongados incluso hasta las llantas. Y hasta los dueños de estos motores, auténticos fanes de estas históricas creaciones de la marca alemana, se colocaron las faldas pa'u y los collares de flores. Con estos abalorios, comenzó la jornada en Melenara el pasado sábado, donde hubo comida y una curiosa gymkana.

El esfuerzo de tunear estos clásicos de Volkswagen y enfudarse en la moda hawaiana, tenía hasta premios, y por ello, se sortearon desde botellas de vino hasta un juego de llantas durante la divertida velada que tuvo lugar en la noche en el camping de El Pinillo.

Entre las anécdotas, relataba Joaquín Carrillo, vecino de la capital grancanaria, que participó con un escarabajo rojo, desgastado, del 66, que en el recorrido por la autopista del Sur tuvieron que echar mano al propietario de un moderno deportivo, porque una avería le había obligado a parar. Ya el domingo, tras una noche de fiesta, y después de haber repuesto fuerzas, escarabajos y furgonetas realizaron el camino de regreso a casa, tras acompañar a los que se trasladaron de Tenerife hasta el Puerto de La Luz.

Para Joaquín Carrillo, que reconoció que estaba tan agotado que no tuvo fuerzas para hacer este trayecto de despedida a sus amigos de Tenerife, formar parte de este club , significa también defender una filosofía de vida que da especial importancia al ocio y a la naturaleza, al deporte y a la diversión; en definitiva, a un mundo de libertad, donde las prisas no tienen cabida. Insistió en que cuando se pone al volante de su escarabajo sabe que va a tener que circular a 80 kilómetros por hora, y ante todo, tiene claro, que lo importante no es acortar el tiempo del recorrido, como hace sin remedio cualquier conductor, sino disfrutar de la ruta.

Con 35 años, este grancanario de adopción, nacido en tierras andaluzas, ya ha tenido en su haber tres de estos motores. Explicó que el primero , que lo compró en Moya hace ocho años, se lo regaló a su hermana Alejandra como regaló de bodas. Tras restaurarlo, con la ayuda de un amigo, y dejarlo como un pincel, dice que no dudó , pese a que se había gastado lo suyo en los arreglos, entregárselo a su hermana. El segundo escarabajo llega a sus manos después de haber sido propiedad de una cartero de Ingenio. Se trata de un motor del 71, que según explicaba su actual dueño, también después de unos retoques y mano de pintura en tono gris plata, lo utilizó como coche publicitario de un bar que regentaba. "Lo vendí porque ya tenía unos defectos que costaba mucho reparar" añadió Jaoquín Carrillo.

Pero, como dice el refranero. "No hay dos sin tres". Y con el tercero de los primeros Volkswagen, matriculado en el 66 ,participó esteauténtico fan en la concentración del pasado fin de semana. En este caso, se trasladó hasta Tenerife para adquirir el coche. Su propietario lo había comprado a su vez a otra persona de Puerto Santiago, que lo tenía abandonado en una finca de plataneras de La Palma. De esta última adquisición hace un año, añadió Carrillo, que cargó el coche, con una tabla de surf, de madera, una lata de gasoil, para participar en la VWeekend Canarias.

Apenas ha terminado esta cita de amigos del escarabajo , y ya daba por hecho que el próximo año estará en Tenerife. No cabe duda que tener uno de esos motores despierta mucha pasión. Tuneados, oxidados, metalizados, con ruedas normales o más anchas, siempre llaman la atención a su paso, y no sólo por el sonido especial de sus motores sino porque conservarlos y llevarlos por el asfalto marca un estilo al volante.

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