Tasartico se prepara para recoger los primeros 'sacos de pienso' que crecen desde el pasado 28 de agosto en el árbol de la moringa, un excepcional mato que, según el agricultor Isidro Espino Matías, propietario de la ocurrencia, "lo tiene todo, incluso más proteínas que la carne, y más vitaminas que las naranjas".
La moringa viene a ser, a pesar de su nombre verbenero y a efectos botánicos, una especie de completo vademécum, una factoría vegetal que ofrece potasio, hierro, calcio, fósforo, selenio o magnesio, además de vitaminas A, B, E y K. Y, y que funciona como el cochino, ya que no se desperdicia nada de la raíz hasta la copa para los más diversos usos.
Isidro Espino, con la colaboración del Ayuntamiento de La Aldea, la cooperativa Coagrisan y la empresa Silvestre Angulo Brito S.A., ha floreado en el remoto valle aldeano una línea de 700 metros de antiguos invernaderos un conjunto de 18.000 matos, lo que conforma una densidad considerable, "que da aspecto de una selva", para una especie rústica como ella sola que además no requiere de mayores gastos de riegos y una inversión nula en infraestructuras.
La idea del promotor, que además es licenciado en Derecho pero siempre vinculado a la tierra por tradición familiar, es que un conjunto de unas 70 cabras de una explotación ganadera ubicada en el mismo cauce hagan de 'cabras piloto' para una experiencia que él cree que es pionera en España, la de destinar plantaciones de moringa para sustituir el pienso comercial, ya que según diferentes trabajos de las universidades canarias, suponen entre un 60 y 80 por ciento del coste de explotación.
Esto implica "un incremento en los costes de producción y consecuentemente, un descenso de rentabilidad de las explotaciones", según una de las conclusiones del Plan de Desarrollo Rural y de las Medianías y Cumbres de Gran Canaria, elaborado por el Cabildo, en sintonía con otro estudio realizado por el Departamento de Economía Agraria de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos realizado en el año 2013. De ahí la búsqueda de la alternativa aldeana.
Allá, en apenas dos meses, los matos de la muy espabilada moringa, "que crece como un diablo y puede llegar a alturas de 12 metros", ya superan los 70 centímetros de altura, y en breve, durante el mes de noviembre dependiendo de la climatología, procederá a recolectar su hoja de copa para mezclarla con fibras como el tomate seco o la paja, y servirlas de menú a la distinguida clientela caprina.
Tan solo en Granada, que sepa Espino, se cultiva la moringa en España, aunque no para forraje, además de en Tenerife donde una empresa alemana "con unas modernas instalaciones", la utiliza para elaborar productos cosméticos, porque al parecer hay moringa para rato y para todos los trajines imaginables.
Como ocurre en la India, país de cuya ciudad de Coimbatore proceden las semillas que hoy prosperan en Tasartico. Coimbatore se encuentra en el estado de Tamil Nadu, en el sur del subcontinente asiático y cuna del ayurveda, una milenaria cultura medicinal que tiene en la moringa una fuente inagotable de propiedades.
Tanto que algunos especialistas indios lo consideran como "el árbol más nutritivo del mundo", o "el mejor amigo de las madres", por su interminable elenco de propiedades.
Para rematar, esta joya se maneja prácticamente sola. Espino va a echarles un ojo con cierta asiduidad pero no requiere de mayores mimos y encima es capaz de convivir en masas imposibles para otras especies, en plantaciones de hasta un millón de ejemplares en una sola hectárea que solo requieren de tres horas de agua al mes.
Espino Matías ha optado por prescindir de productos fitosanitarios, a la vista de su aguante, y sólo ha mejorado el sustrato con fertilizantes naturales.
De momento la única referencia de su uso como forraje para animales las encuentra en "Hispanoamérica, donde "ha ofrecido unos buenos resultados, con un alto contenido de proteína cruda", explica, "y con una alta productividad; con cortes a los 30, 40 y 50 días de crecimiento vegetativo de la especie".
Además asegura que su balance nutricional, "demuestra que es una alternativa promisoria como fuente nutricional por su calidad proteica, con capacidad suficiente para suplementar los requerimientos básicos de la alimentación en animales". De todas formas falta lo más importante. Que las cabras una vez la prueben, pidan moringa de desayuno, almuerzo y cena.
