Una lámpara, una pescadora imitando un cuadro del artista que da nombre al museo, arañas, una máquina para prensar, una cigüeña, una cremallera, figuras femeninas y un globo. Estas son algunas de las temáticas de libre interpretación de las 82 piezas que tienen en común las calabazas de agua como base artística, y que se exponen desde ayer en la Casa-museo Antonio Padrón de Gáldar. La muestra solidaria reúne a 64 autores de ramas dispares como la escultura, el diseño, la pintura y la artesanía, y se cerrará el 13 de diciembre en Casa África de Las Palmas de Gran Canaria con una subasta solidaria de estas obras exhibidas y otra del pintor Pepe Dámaso. Los fondos se entregarán a la organización no gubernamental Escuelas de Wara Wara de Sierra Leona, para financiar la construcción de un pozo de agua en una de las regiones más empobrecidas del mundo.
La exposición que permanecerá en Gáldar hasta el 27 de noviembre mezcla arte, solidaridad, la simbología del agua y un sabor a la creatividad del polifacético pintor Antonio Padrón (1920-1968), en cuya exposición en su casa-museo aparece una pieza con dos calabazas, pintadas de negro lustroso, con estrías longitudinales, de gris plata e intenso rojo. La combinación de negro y rojo es ancestral, ya que son colores muy presentes en la decoración de cerámica neolítica y aborigen canaria, reflejo de la noche y la sangre.
Proyecto de escolarización
El director del centro César Ubierna, asegura que la exposición cumple con el propósito de favorecer la sensibilidad social con el patrimonio cultural y natural, y el diálogo entre el hombre y el medio. Y, a su vez, que el museo tampoco pierde su visión de la expresión popular, antes con una exhibición de traperas y ahora con las calabazas de agua.
Entre los artistas participantes figuran Manuel González, Félix Juan Bordes, Ángel Sánchez, José Antonio García Álvarez, Cristóbal Guerra, Manolo Ruiz, José del Rosario, Toño Patallo, Pilar Rodiles, Jorge Ortega, Gabriel Ortuño, Fernando Álamo, Fátima Suleimán, Miguel Panadero, Alfonso Crujera, Hildegard Hahn, Reinado Sola y Pepe Dámaso.
Tras pasar por Gáldar, la exposición 'Calabazas para el Agua' irá a Casa África, antes de la subasta el 13 de diciembre. La recaudación se destinará a sufragar la construcción de un pozo para ayudar a los niños con los que trabajan las escuelas de Wara Wara. "Por un lado permite un mejor acceso a los recursos hídricos y mejora la higiene y la salubridad. Por otro, facilita la escolarización de los menores, que se ven obligados a recorrer grandes distancias para conseguir agua, un problema que afecta de manera especial a las niñas", señalan los organizadores. Cada puja parte de 30 euros.
El museo resalta que la calabaza de agua o calabaza del peregrino (Lagenaria siceraria) ha sido cultivada desde tiempos inmemoriales en todo el mundo. "En China, África y América se hacen calabazas pintadas y decoradas como objetos de valor simbólico, ritual y talismánico, aunque también muchas personas las han pintado como un sencillo objeto decorativo y ejercicio infantil".
Y, por el gran número de semillas que acumula en su interior, ha representado a la fecundidad, relacionándose su forma con la silueta femenina. En África alude al huevo del mundo y a la matriz o al útero.
Los artistas de distintas facetas han usado estas calabazas como base para liberar su creatividad artística. Algunos de ellos han presentado más de una obra.
Uno de los creadores es Paco López, con su obra titulada 'Calabazagua', que es un habitual colaborador del museo Antonio Padrón. "Quería que la calabaza mostrara el agua que está den- tro, y que puede aparecer en to- do tipo de formas. Por eso la espiral que rodea la obra, y después está el cacharro para tomarlo y el otro recipiente en la base para sacarla. También quería mostrar el contraste entre los metálico y lo vegetal, lo vivo y los artificial. Luego también surgen aspectos que no tenía previsto, porque la espiral se asemeja a los collares que se ponen muchas mujeres africanas".
César Ubierna valora también la presencia de artistas de distintos ámbitos, ya que se mezclan pintores, diseñadores, escultores y artesanos, cada uno con su peculiar visión sobre la misma base, que en el pasado se asoció a los tótem, de la fertilidad y a otros valores diarios.
La exposición se puede visitar en el museo Antonio Padrón de martes a domingos de 10 a 18 horas.
