El juicio contra Antonio Ojeda Bordón por un presunto delito de abusos sexuales a un menor arrancó ayer en la Audiencia Provincial de Las Palmas con la comparecencia del acusado y de la víctima, quien aseguró sin dudas ante el tribunal que Ojeda había sido la persona que el 12 de julio de 2012 le obligó a mantener relaciones sexuales en una chabola junto al barranco de Tirajana. El menor, que testificó desde una habitación anexa a la sala para proteger su intimidad, respondió con un rotundo "sí" cuando, tras ser preguntado si el acusado era el responsable de lo que le había ocurrido, se le mostró el rostro de Ojeda a través de un monitor.

Antes de confirmar la identificación del también conocido como Juan el Rubio, la víctima había explicado a la fiscal que el día de los hechos estaba jugando en una cancha deportiva cercana a su casa, en El Doctoral, cuando se le acercó un hombre. "Me dijo que si tenía bicicleta, le dije que no y él me dijo que tenía muchas", relató. En aquel momento los dos se dirigieron hacia la chabola, aunque a mitad de camino se arrepintió de haberse ido con él y decidió volver. "Entonces me agarró fuerte por el brazo y me llevó con él", explicó.

La víctima ofreció detalles sobre las características y la ubicación de la chabola, como que era de color verde y que estaba rodeada por otras edificaciones similares. También reveló lo que sucedió una vez que llegaron hasta allí: "Me cogió, me metió dentro y cerró la puerta", declaró. Una vez allí ocurrieron los hechos: fue desnudado y violado, según aseguró ante el tribunal. El pequeño contó que cuando acabó todo su agresor no le amenazó y sólo le dijo "vete". Salió corriendo de la cabaña y en su huida se cayó. Como consecuencia del tropezón se hizo una herida en la rodilla.

La insistencia de la abogada defensora de Ojeda con preguntas para esclarecer algunos detalles específicos sobre lo que ocurrió en el lugar de los hechos incomodó en varias ocasiones al menor. "Me estás liando, no sé lo que me estás diciendo", afirmó.

'El Rubio' no responde

Antes de la declaración de la víctima había comparecido el acusado, Antonio Ojeda, quien aseguró ser inocente de los hechos que se le imputan. "Yo eso no lo he cometido, eso es incierto, yo a ese niño no lo conocía de nada" alegó mientras se le leía el escrito de la Fiscalía y sin siquiera dar tiempo al presidente del tribunal, Emilio Moya, a informarle de sus derechos.

Ojeda sólo aceptó contestar a las cuestiones formuladas por su abogada, quien le preguntó sin rodeos si él había abusado de la víctima. El Rubio manifestó con rotundidad que no y aseguró que el 24 de julio de 2012 fue a la Guardia Civil "a poner en conocimiento que había una señora con un niño que me estaba acusando a mí y la señora le decía '¿Es este?' y el niño le decía 'No, abuela, es más abajo' y yo le pregunté qué es lo que buscaba". El ministerio fiscal quiso dejar constancia de sus cuestiones para el inculpado pero tras una breve deliberación el tribunal descartó esta posibilidad. A preguntas de su abogada, el acusado reconoció que presenta una discapacidad física del 72% desde aquella fecha y aseguró que en aquel momento "estaba un poquito más delgado".