La Banda de Música de Gáldar y la Agrupación Musical Guayedra de Agaete tributaron ayer sábado en el Centro Cultural de la Villa de Santa Brígida un homenaje a Ñito Calderín, quien fuera durante casi medio siglo director de la desaparecida Banda de Santa Brígida, la cual intenta recuperar el actual grupo de Gobierno municipal con la oferta de formación musical en distintos niveles. El concierto fue de entrada libre.

Para reactivar la Banda Municipal, los vecinos de Santa Brígida podrán realizar diversos talleres gratuitos gracias al programa 'Musivilla', que se desarrollarán hasta fin de año en el municipio. Las enseñanzas podrán ser individuales o en grupos de ocho a veinte personas, según el taller que se escoja, para lo cual está abierta la matrícula en la Biblioteca Municipal Francisco Morales Padrón.

Por otro lado, Musivilla es un nuevo programa de formación y divulgación musical que ha puesto en marcha la Concejalía de Cultura que dirige Melquiades Álvarez. En total, son siete los talleres que se ofrecen y que se desarrollarán durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, totalmente gratuitos para los interesados que podrán disfrutar de estos talleres que tienen distintos formatos, con actividades de enseñanza individual, en grupos de ocho, quince o veinte alumnos, según el taller que se elija.

El cronista oficial de la a Villa, Pedro Socorro, señala en una nota necrológica publicada en la prensa local, que "Ñito Calderín era, quizás, el mejor forjador de jóvenes satauteños amantes de la música de los últimos cincuenta años; esto es, el mejor maestro. Ya dicen que el talento siempre ha necesitado de la energía, y que no existe mejor energético que la pasión. Y a Ñito le sobraba pasión cada vez que daba tres toques de su batuta sobre el atril y concentraba todas las miradas juveniles y presto los oídos.

Nacido en 1924 en una casa del casco urbano y hermano de leche del ilustre historiador Francisco Morales Padrón, pues la madre del historiador amamantó a ambos, Ñito Calderín, como popularmente se le conoce, fue durante casi cuarenta años director de la Banda Municipal. Su amor por la música le llevó a fundar diversos grupos, como la rondalla 'Alegría', y varias agrupaciones folclóricas del municipio. Numerosas generaciones de satauteños conocieron lo mejor del arte de las enseñanzas de este maestro".

En dicho artículo se señala que "la agrupación musical adquirió destacada relevancia y mantuvo una gran actividad tanto dentro como fuera del municipio e, incluso, rivalizaba con otras bandas municipales. Sus acordes animaban las procesiones y las verbenas de pueblos lejanos y remotos como La Aldea o las fiestas de San Ginés, en Lanzarote, de donde los músicos se traían como regalos hermosas sandías. Fueron años gloriosos en los que la banda satauteña protagonizara uno de los famosos y conocidos 'Cuentos de Pepe Monagas', concretamente aquel titulado "De cuando Pepe Monagas discutía que la Banda de Santa Brígida era mejor que la de Madrid".

De hecho, la banda satauteña ganó el primer concurso de bandas municipales celebrado en la plaza de San Telmo, en la capital grancanaria, en 1951, el mismo día que la Unión Deportiva Las Palmas ascendía a la Primera División del Fútbol Nacional. La última obra musical de Ñito Calderín fue la realización, en el año 2000, del himno del centenario del Real Casino, cuyos arreglos se deben al x director de la Banda de Música de Telde y la letra estuvo a cargo del cronista de la villa, Pedro Socorro. El Ayuntamiento le concedió el título de Hijo Predilecto de la Villa de Santa Brígida el 12 de abril de 1999. Fue una propuesta del Real Casino de Santa Brígida, con motivo del centenario de su fundación.