La vieja carretera de La Aldea ya es historia. El Gobierno de Canarias, el Cabildo y el Ayuntamiento acordaron ayer el cierre definitivo de la vía ante el riesgo de nuevos derrumbes y la próxima apertura de los túneles del Andén Verde, que podrán ser utilizados en casos de emergencia antes de su inauguración a finales de este año.

El desprendimiento de piedras del pasado miércoles, que destrozó las mallas de seguridad y bloqueó toda la calzada, pone punto y final a la carretera más peligrosa de la isla de Gran Canaria, pues se tardaría más en arreglar los desperfectos del último derrumbe que en abrir el nuevo tramo de El Risco a La Aldea.

Mientras tanto, las tres administraciones decidieron poner en marcha un protocolo que permitirá la utilización de la nueva vía en casos de emergencia, en concreto para vehículos autorizados como ambulancias, Guardia Civil de Tráfico o personal del propio Cabildo. "De esta manera se da una alternativa en situaciones extremas a los habitantes de La Aldea tras el cierre de la GC-200", explicó Ornella Chacón, consejera de Obras Públicas del Gobierno autonómico, quien también encargó un estudio externo para "determinar las condiciones mínimas de seguridad que permitan abrir al tráfico la nueva carretera entre El Risco y La Aldea antes del 31 de diciembre".

Chacón apuntó que la situación de "excepción que viven los aldeanos", consecuencia del nuevo cierre de su actual vía de comunicación por el norte, se ha visto agravada con un informe remitido por los técnicos del Cabildo, que "desaconsejan" la reparación del tramo del Andén Verde. Ese estudio técnico sostiene que "existe un cien por cien de probabilidades de que se vuelvan a producir desprendimientos, con el consiguiente peligro para la vida de los usuarios porque "las mallas no son seguras y no soportan las avalanchas de rocas y los corrimientos de tierras".

Ángel Víctor Torres, consejero de Obras Públicas del Cabildo, y Tomás Pérez, alcalde de La Aldea, abogaron por el cierre definitivo de la carretera y reclamaron al Gobierno canario la urgente terminación de las obras de la nueva carretera. Torres dijo que se habían previsto 400.000 euros de urgencia para reparar el último derrumbe, pero se desistió por el peligro para los trabajadores y porque "la nueva se abrirá mucho antes".