Los alumnos y profesores de la escuela de música de San Bartolomé de Tirajana levantaron de sus asientos el pasado jueves a más de 200 personas en el centro cultural de El Tablero. En su segunda edición, el festival de boleros contó con la participación de ocho bailarines y un repertorio compuesto por los clásicos de este género musical tan popular en Canarias y el continente latinoamericano.
Con el espíritu de "difundir y potenciar el conocimiento del bolero" entre la población del municipio, el festival pivotó sobre la interpretación de nueve temas clásicos de los compositores más representativos de este estilo musical.
Bésame mucho, Si nos dejan, Ódiame o Solamente una vez fueron algunas de las joyas que la escuela municipal rescató para la ocasión del baúl de los recuerdos. Las encargadas de poner voz a la velada fueron las solistas Yaiza Reyes, María Abrante y Airam Guedes, que lograron hacer suyas la emotividad de las letras con apoyo instrumental del profesorado, varios alumnos aventajados de la escuela y el propio director, Noé Peña, al piano.
El festival, al que asistieron unas 250 personas que abarrotaron el aforo del centro cultural, contó este año como novedad con la colaboración de ocho bailarines (Rosario, Juana Mary, Valle, Pepe, Sari, Juan, Mari Carmen y Youko) de la Escuela de Baile de Cecilia y del Club de Amigos del Baile Bailongos. En la velada también participaron como intérpretes una decena de integrantes del coro de adultos la escuela de música, que se animaron incluso a proyectar en el auditorio con gran sensibilidad la letra de Bésame mucho.
Durante el espectáculo el director de la escuela municipal explicó al público que el bolero es identificable por sus elementos rítmicos y las nuevas formas de componer que aparecieron en Cuba durante el siglo XIX. "Se acepta que el primer bolero fue Tristezas, escrito por el cubano Pepe Sánchez en Cuba en 1883, y que dicha pieza dio origen formal al género con el acompañamiento musical de guitarras y percusión. El bolero evolucionó de música de cantinas y peñas a música de serenatas, y su temática romántica lo acercó a todas las clases sociales", explicó Peña en una noche que acabó con un patio de butacas entregado al estribillo de Lágrimas Negras.
