Tres días después del izado de la bandera feminista y cuando aún no se había apagado la polémica sobre la insignia de las siete estrellas verdes, el Cabildo de Gran Canaria tuvo que suspender ayer la colocación de la bandera de Palestina a requerimiento de la Delegación del Gobierno central en las Islas, lo que derivó en un nuevo enfrentamiento entre el presidente de la corporación insular, Antonio Morales, de Nueva Canarias, y el delegado Enrique Hernández Bento, del Partido Popular.
La Delegación del Gobierno recurrió el izado de la bandera palestina y solicitó medidas cautelarísimas ante los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo, lo que causó "indignación" en el gobierno tripartito del Cabildo, en grupos de la oposición y en las organizaciones palestinas, que acusaron a Hernández Bento de coartar la libertad de expresión y de boicotear los acuerdos de las instituciones democráticas.
La convocatoria de ayer, explicó Morales, era la culminación de los actos de apoyo al pueblo palestino, aprobados el pasado viernes por el Pleno de la corporación y con el voto favorable de todas las fuerzas políticas. Ante las advertencias del delegado del Gobierno, los organizadores optaron finamente por desplegar dos grandes banderas y leer el manifiesto, un acto en el que también participó Ana Kursón, consejera del PP.
Kursón, de origen palestino, reconoció al llegar al acto que desconocía la actuación de Hernández Bento y se colocó junto a los demás consejeros que sostenían la bandera. El portavoz de CC, Fernando Bañolas, que no pudo asistir porque en ese momento estaba en un pleno en Guía, mostró su "rechazo absoluto" a la actitud del delegado y le advirtió que tanto la bandera palestina como la de las siete estrellas verdes "acabarán ondeando" en las instituciones isleñas.
Sorpresa
El grupo Unidos también mostró su "sorpresa" por la actuación de Hernández Bento, por más que siempre ha reclamado a Morales que se centre en los problemas reales de la Isla. "Somos los primeros en apoyar este tipo de iniciativas, ya que el izado de una bandera en un momento determinado no hace mal a nadie", declaró José Miguel Bravo de Laguna.
Tras recurrir en los Juzgados, la Delegación del Gobierno en Canarias remitió un requerimiento a Morales para advertirle de que podía incurrir en un delito si el Cabildo colocaba una bandera distinta a las oficiales, que son las de España, Canarias, Gran Canaria y la Unión Europea.
"Esto lo debería saber el secretario de la corporación, el presidente del Cabildo y todos sus consejeros: la legislación no permite izar banderas, que no sean las oficiales del territorio correspondiente, en las corporaciones insulares", sostuvo Hernández Bento, quien apuntó que "para solidarizarte con el pueblo palestino te puedes pasear por la calle con su bandera, la puedes colgar en la ventana de tu casa, llevarla al estadio y ondearla todo lo que quieras, pero en la sede institucional de un ayuntamiento o un cabildo no se puede izar, porque hay una ley que lo prohíbe".
Según el delegado, el acto del Cabildo "es un intento por parte del Cabildo de buscar un punto de conflicto en una cuestión sobre la que los tribunales ya se han manifestado: los ayuntamientos y los cabildos no pueden izar banderas que representen ideologías políticas ni de otros países".
Ante la pregunta de por qué no ha intervenido en las otras ocasiones en que se izaron banderas, como la propia de Palestina, la del Frente Polisario, la de Francia tras los atentados de París, o las de los movimientos LGTB y la feminista, Hernández Bento se limitó a contestar que solo responde del tiempo que lleva en la Delegación.
Morales anunció que el Cabildo pedirá una aclaración a los tribunales porque mantiene el objetivo de izar la bandera palestina "lo antes posible", al tiempo que expresó su "perplejidad" por las explicaciones de Hernández Bento y las contradicciones del Gobierno español del PP, al que acusó de trabajar para el sionismo.
A su juicio, Hernández Bento le tendió "una trampa" porque intenta "apartarle de vida política" con este tipo de actuaciones, pues en caso de izar la bandera el segundo paso sería denunciarlo por prevaricación ante la Fiscalía.
El delegado, recalcó Morales, "atenta contra la libertad de las instituciones de ponernos del lado de los pueblos que luchan por sus derechos, no izaremos la bandera pero nuestro grito necesariamente tiene que ser más fuerte porque no puede ser que un representante de Estado coarte la libertad de una administración pública que soberanamente decide en su pleno apoyar al pueblo palestino".
"Palestina es un pueblo que sufre la ocupación, muerte y agresión por parte de Israel en la más absoluta impunidad, a veces con apoyo institucional como en este momento", concluyó Morales.
Akram Muti, en representación de las asociaciones, mostró "la indignación" de la comunidad palestina y su rotundo rechazo por la situación generada, al tiempo que agradeció las acciones de apoyo a distintas causas porque logran una sociedad más solidaria.
