El Patronato de Turismo de Gran Canaria se ha marcado el objetivo de convertir toda la isla en un atractivo para los visitantes y prevé "ampliar la oferta de sol y playa en el resto de los municipios costeros", así como promocionar las villas marineras con encanto, los pueblos pintorescos, los barrios culturales o los escenarios históricos.
Estas son algunas de las actuaciones concretas que se incluyen en el Plan Estratégico y Marketing 2020, que será la hoja de ruta del Cabildo para mejorar las infraestructuras turísticas y captar nuevos clientes en los mercados nacionales y europeos. El documento, presentado ya a los operadores del sector por la consejera insular de Turismo, Inés Jiménez, recoge doce objetivos y seis planes operativos, con centenares de intervenciones a desarrollar en los próximos cuatro años, algunas ya en marcha.
La promoción del turismo de sol y playa más allá de los dos municipios del sur, San Bartolomé de Tirajana y Mogán, se recoge en el Plan de Infraestructuras y Paisajes, que a su vez se divide en cuatro programas operativos: actuaciones paisajísticas, valorización de recursos, mejora de entornos e infraestructuras turísticas. En este último apartado se recogen las actuaciones turísticas en el resto de los municipios costeros, como la adecuación de playas y la creación de piscinas naturales, una política que el gobierno tripartido de Morales quiere aplicar en cooperación con los ayuntamientos.
Aparte de San Bartolomé y Mogán, donde se concentra la práctica totalidad del turismo de sol y playa, ya existe este tipo de oferta en Las Palmas de Gran Canaria (Las Canteras), Telde (Melenara, La Garita) o Agaete (Las Nieves). De forma más modesta, más orientadas a la población local o a la práctica de deportes, también se han creado pequeñas infraestructuras de playa en las costas de Santa Lucía (Pozo Izquierdo), Agüimes (Arinaga), Ingenio (El Burrero), Arucas (El Puertillo), Moya (Charcos de San Lorenzo), Santa María de Guía (San Felipe), Gáldar (Sardina) o La Aldea.
Actuaciones
En el mismo programa se incluyen actuaciones como apoyar la mejora continua de las infraestructuras portuarias y los accesos marítimos y aéreos, adaptar instalaciones de otros sectores para incluir una oferta turística más diversa, facilitar la creación de espacios de ocio sofisticados y adaptados a la demanda (parques temáticos) o promover el acondicionamiento de instalaciones públicas o mixtas al aire libre (zonas comerciales abiertas, instalaciones deportivas o espacios para eventos musicales y espectáculos).
En el programa de mejora de entornos, se apostará por configurar espacios diferenciados de los clásicos del turismo de masas para ofertar "productos singulares". Se citan "villas marineras con encanto, territorios enológicos y gastronómicos, paisajes rurales y naturales, pueblos pintorescos, barrios culturales, escenarios históricos o actuaciones funcionales y lúdicas en entornos del litoral..
En la valorización de recursos, el Patronato del Turismo recoge la recuperación del patrimonio natural y cultural con medidas como la iluminación de cubiertas, un consenso sobre la carta de colores de los edificios, la retirada de cableados de fachadas históricas, la recuperación de pavimentos antiguos, la normalización de cartelerías o la mejora de jardines y terrarios.
Entre las justificaciones para poner en marcha el Plan de Infraestructuras y Paisaje, el documento del Cabildo señala nueve factores: la adecuación para el uso y disfrute de los espacios naturales, especialmente la Reserva de la Biosfera; evitar la explotación de recursos turísticos sin ponerlos previamente en valor; la existencia de equipamientos turísticos deficientes; la constatación de que determinadas zonas de la isla son poco atractivas (construcciones desordenadas, fachadas, cartelería, jardines y paisajes descuidados, como el entorno de la autovía del Sur o los accesos a municipios y museos); el proceso de deterioro de algunas zonas turísticas obsoletas, con problemas de residencialización, suciedad y situación de abandono; la falta de servicios en playas; la reducida importancia al ciudado del medio ambiente natural y urbano; la deslocalización de nuevos negocios y algunos grandes grupos turísticos a nuevas zonas acondicionadas; y por último, la escasa segmentación de zonas de recreo.
El segundo de los planes, el denominado Anfitrión, incide también en la propuesta de ampliar la oferta turística en toda la isla. Entre otros objetivos, se pretende facilitar la movilidad del visitante "potenciando la repercusión de la actividad turística por todo el territorio". También se quiere "fomentar y potenciar el buen trato al turista", aumentar el índice de satisfacción "logrando que la experiencia turística en Gran Canaria sea algo especial, único y diferenciador".
Entre las actuaciones concretas, el programa operativo Anfitriones persigue "aumentar la hospitalidad, la cultura del detalle, la disposición al servicio, la atención personalizada y fomentar la eficiencia en las relaciones con el cliente".
