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Entrevista a Armando Ladeiro

"Muchos se llevaban la hostia sagrada a casa para sus rituales de santería"

"En la puerta del templo de Castillo del Romeral dejaron una caja con un machete lleno de sangre", cuenta el nuevo párroco de Tunte y Santa Lucía

El nuevo párroco de Tirajana, Armando Ladeiro. LA PROVINCIA / DLP

En su primera misa dominical en la iglesia de Tunte aseveró: "La gente del Castillo del Romeral es buena, el malo he sido yo". ¿Qué quiso decir con esta frase?

Fue una forma de piropear al Castillo del Romeral. Una muestra de delicadeza, como cuando las madres le dicen a sus hijos "no te preocupes, que he sido yo la que ha tenido la culpa". Forma parte del carisma franciscano con el que me identifico.

¿Tuvo algún tipo de malentendido con los feligreses de este pago pesquero durante los cinco años que estuvo de cura?

No, lo que pasa es que mucha gente no solo de esta parroquia, sino también de Juan Grande y Aldea Blanca, tiene la costumbre de hablar en misa. Para mí la eucaristía es lo más grande de este mundo, por lo que en alguna ocasión tuve que invitar a salir de la iglesia a aquellas personas que no guardaban silencio.

A algunos vecinos esta medida no le sentó bien.

Puede ser, pero lo que no puedo hacer es permitir que la gente se salte las normas a la torera. Incluso hubo una madre que sin haber hecho su hija la catequesis, quería que la niña hiciera la comunión con el resto de sus compañeras. Este tipo de comportamientos yo no los permito y habrá a quien le parezca bien y a quien no. Ahora, le pudo decir que he recibido en estos días que ha acabado mi labor en Castillo del Romeral muchos besos y abrazos. Me voy muy contento con la experiencia acumulada en esta parroquia.

¿Se llevó la gente el agua bendita del templo para realizar rituales de santería, tal y como desveló en una misa en honor a San Miguel?

No, porque finalmente opté por no dar agua bendita a nadie. Si alguien me pedía la bendición, yo me desplazaba hasta su casa. En la eucaristía ocurrió algo parecido, ya que me di cuenta que muchos se llevaban la hostia sagrada a casa para utilizarla en sus rituales de santería. Por eso decidí repartir el sacramento solo entre los que se lo tomaban delante de mí.

¿Practica mucha gente la santería en San Bartolomé de Tirajana?

La santería se practica de forma generalizada en Gran Canaria. Hay mucha gente que va a Cuba y regresa vestida de blanco haciéndose llamar santeros. En Vecindario, por ejemplo, existe una gran cantidad de tiendas de santería. Y yo he exorcizado a muchas casas del Sur, de las tres parroquias, que eran auténticos infiernos de vida.

¿En cuántos casos de exorcismo ha participado?

En muchos. Desde El Doctoral hasta Bahía Feliz y desde Castillo hasta Aldea Blanca. Muchas familias me piden ayuda para que libere sus casas, pero yo ya no tengo tiempo para responder a tanta demanda.

¿Y no le da miedo realizar este tipo de rituales?

No, porque cuando termino de liberar a alguien siempre hago una oración a San Miguel para protegerme y evitar así que el demonio entre dentro de mí. Yo estoy tranquilo, ya que después de tener a una endemoniada en mis propias manos, no le tengo miedo a nada.

¿Una endemoniada?

Sí, me refiero a lo que pasó una vez que fui a realizar unos ejercicios espirituales a Madrid. De repente veo como todos los sacerdotes corren desesperados ante la aparición de una chica y, sabía que era una chica joven solamente por el tipo de blusa que vestía, cuyos brazos se habían convertido en garras de águila y su cabeza tenía la forma de un perro negro con las orejas caídas. En aquella joven se encontraba el demonio dentro.

¿Ha sido testigo de escenas similares en Gran Canaria?

No, a ese mismo nivel, pero sí he visto a personas endemoniadas a las que le he acercado la cruz y se han retorcido. Mucha gente se lo toma a cachondeo, pero es porque no han vivido lo que yo he visto.

El exorcismo no cuenta con el beneplácito de algunos sectores de la Iglesia.

Lo sé, pero es que hay gente que se ofrece al demonio. Yo conocí una chica de 17 años a la que tuvimos que agarrar entre cuatro personas para ponerle la cruz. Cinco sesiones le di. No son cosas mías. La santería existe en nuestra sociedad y es peor que un tsunami. Son miles de personas que se gastan mucho dinero en practicar estos rituales. Y no hablo de gente fanática ni ignorante, sino de personas normales e incluso cultas.

¿Ha tenido algún efecto los exorcismos que ha practicado en Juan Grande, Castillo del Romeral y Aldea Blanca?

Hay mucha gente que se ha arrepentido de realizar actos de santería. Prueba de ello es que una vez en la puerta de la iglesia de Castillo dejaron una caja con un machete lleno de sangre, tierra de cementerio y plumas de pavo real. Utensilios que se suelen utilizar en estos rituales y que se dejaron en el templo como muestra de arrepentimiento.

En su paso por la costa de Tirajana también fue cura en la cárcel de Juan Grande durante dos años. ¿Qué recuerda de aquella experiencia?

Sencillamente mi carisma franciscano no iba con el sistema que había allí dentro. Yo soy nacido y criado en La Isleta y creo que muchos de los muchachos que estaban allí tenían que estar en la calle. Simplemente mi visión sobre la rehabilitación de personas no era la misma que la del resto.

¿Asistía a misa cualquier preso que así lo solicitase?

No, muchos los solicitaban pero solo acudían aquellos que eran seleccionados.

¿De acuerdo a qué criterios?

No lo sé, porque no dependía de mí. Quizás por incompatibilidad de caracteres entre los muchachos, para evitar enfrentamientos. Lo único que sé es que no iba con mi forma de ser.

Ahora que se acaba de incorporar a la parroquia de Tunte, ¿se ha trazado alguna meta para esta nueva etapa?

Aún estoy aterrizando, pero ya he visto que en la iglesia hay algunas cosas estropeadas. El sagrario, por ejemplo, que está realizado con pan de oro tiene un barniz inadecuado. Como ya he restaurado otros sagrarios anteriormente, me pondré manos a la obra pronto con el de Tunte.

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