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Mogán II Feria del Aguacate

Mogán reparte vitamina verde

Los agricultores venden 6.000 kilos de aguacate en la feria celebrada en Arguineguín

El aguacate de Mogán engancha por su especial sabor, por sus propiedades saludables, y hasta porque se trata de un cultivo agradecido y rentable. Con esta carta de presentación, a los agricultores de este municipio sureño les resultó sencillo ayer vender, en la plaza Pérez Galdós de Arguineguín, los 6.000 kilos, recién recogidos de los árboles. En la carpa, bajo la que con motivo de la II Feria del Aguacate, se agruparon hasta dieciséis productores individuales y otras tres asociaciones de cultivadores de este fruto, la producción, a un precio de 3 euros el kilo, salió a toda velocidad en bolsas. Aunque los hombres que trabajan las tierras en Veneguera, Cercados de Espino, y barranco de Mogán también aprovecharon la ocasión para vender naranjas, mangas, y hasta pitayas.

Cristina y Claudia, madre e hija, que han venido desde Berlín para disfrutar de unas semanas de vacaciones en Playa del Inglés, se acercaron ayer hasta Arguineguín en busca de aguacates. Los beneficios, que reporta su consumo a la piel, sobre todo cuando se pasan inviernos tan fríos, y sin sol, así como su elevado contenido en vitaminas, fueron, entre otras, las razones que dieron para justificar la compra. A ambas, les extrañó la dureza que presentaban los frutos, quizás porque están acostumbradas a consumirlos ya maduros, pero al no saber, que, por este motivo, podían aprovechar para llevarse a casa algunos en la maleta se limitaron a adquirir lo justo para estos días porque el domingo próximo regresan a la ciudad germana.

"La gente los piden porque son cremosos, saben a almendras y son un manjar". Perfecto Díaz, agricultor que ha mantenido activas las tierras de sus padres en Veneguera, y se presentó con 240 kilos de este fruto, entre los que la variedad 'fuerte', que justo es la de temporada, se impuso en cantidad, destacó junto a la "fántástica calidad", el sabor que deja en el paladar el producto de Mogán. Señaló que otro de los tipos muy demandados precisamente porque deja el mismo gusto es el 'pinkerton'. Aunque, en realidad, si se consultan las características de estos ejemplares resalta su sabor a nuez, fueron muchos los que contaron que se les antojaba como almendrados.

Desde San Bartolomé de Tirajana se acercó Zenaida Ascanio, junto a su marido Javier Sentino, y sus pequeños. "Hay pocos aguacates que tengan ese sabor tan intenso a almendras" subrayó. Tras, resaltar que,además sabía que se estaba llevando un producto cultivado de forma ecológica, y recogido a mano, desveló que en su familia lo consumen " tal cual, con pan y una pizca de sal", aunque alguna que otra vez también lo incluyen como complemento en las ensaladas.

A la una del mediodía, del ajetreo entre los puestos de esta feria era tal, que alguno aprovechó para marcharse sin pagar. A Ildefonso Rodríguez, presidente de la coopertiva de productores de Mogán, le molestó mucho la acción de ese consumidor, puesto que a nadie le gusta que "jueguen con su estrabajo". Una vez que se le pasó el enfado, impartió una clase de todas las variedades que se dan en este municipio, con sus temporadas de cosechas, y apuntó que a los tipos 'fuerte', 'pinkerton' y 'hass' hay que sumar los híbridos 'antillano' y guatemalteco'.

Mogán se ha convertido en los últimos años en un verdadero banco genético de este fruto. Y, precisamente, para saber como iniciarse en este cultivo viajó desde Tenerife Armando Peñate. A sus 67 años, este comerciante de profesión, pretende probar suerte en unas tierras que tiene en Icod de los Vinos. Fue Marco Santana, agricultor de Veneguera, quien, mientras vendía, le desveló algunos detalles para triunfar en este intento. Así, le dejó claro que "si plantaba una semilla de uno variedad del país iba a tener que esperar entre cuatro o cinco años para ver crecer el mato". Por eso, le aconsejó que se llevara ya los pequeños aguacateros, que se vendían en esta muestra, y hasta le contó, que al año de plantados se pueden realizar injertos con otra variedad. Con estos detalles, Peñate, al que acompañaba su hijo Arístides, ya tenía claro que iba a cargar el coche con veinte o treinta matos. Lo que no había pensado es que el sol de Mogán es uno de los factores claves a la hora de sacar estas produccciones.

"El clima de Veneguera ayuda mucho, allí en en norte de Tenerife hace frío y el fruto necesita agua y mucho sol" agregró después el agricultor, pero, el vecino de Icod de los Vinos no se desanimó, y se dirigió a donde se vendían los aguacateros.

Pese a que, todos los productores se quejaron de que el calor que hizo este año desde mayo quemó mucho fruto, casi un 30%, coincidieron todos en que lo que no ha mermado es la calidad. Y de eso diron testimonio no sólo los aguacates, sino también las naranjas, y mangas.

La segunda edición de la Feria del Aguacate también contó con una muestra de los productos artesanos del municipio y de otros pagos como pan, queso, aceite, gofio o mermeladas.

Un poco de todo se llevaban María Jesús González y sus amigas de Gales, Venezuela, y Alemania.Fueron de "noveleras" y se iban encantadas porque sin pensarlo habían "probado de todo", y lo más importante, según ellas mismas fue que disfrutaron de una entretenida mañana de domingo.

También, y como el calor apretaba ayer en Arguineguín, tuvo buena acogida el guarapo o zumo de caña de azúcar. Óscar González estuvo todo el rato metiendo cañas en el trapiche porque los pedidos no le dejaban parar. Hasta 120 kilos de caña había preparado, y lavado con esmero, para la ocasión.

En otro lado, Chary Medina se dedicaba a vender sus mermeladas caseras, elaboradas con todo tipo de frutos, y entre las que tampoco faltó una con el sabor de la estrella de este certamen agrícola. Y despertó la curiosidad un puesto con varios prototipos de drones. En este caso, Alfredo Jorge, quien los fabrica con piezas importadas contaba los usos agrícolas de estos aparatos, pues valen tanto para hacer una inspección como para fumigar dos fanegadas de terrrenos en tan solo ocho minutos.

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