La rehabilitación arquitectónica y paisajística del Parque Tony Gallardo, contempla la creación de un jardín botánico, la construcción de un mirador en la parte alta de la actual cafetería, a la que se le añade una terraza con una pérgola sobre la que se instalan 78 paneles fotovoltaicos con el fin de que el consumo energético sea cero. El proyecto de mejora de una de las joyas del hábitat de la Reserva Natural de las Dunas, que ha estado cerrado durante años al público, y ofrecía hasta hace poco un lamentable estado de abandono, supone una inversión de 2 millones de euros, que financia el Cabildo de Gran Canaria, aunque se ubica en suelo del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.
Desde hace apenas tres meses, la empresa Tragsa, a la que se le adjudicó esta intervención inició los trabajos de movimientos de tierra y excavación. El cambio de cara de este espacio, que diseñó el escultor que le da nombre, se basa en las ideas del equipo Romera y Ruiz Arquitectos, y deberá estar concluido en septiembre de 2017. Lo que no se ha decidido aún es como se gestionará, y si el Cabildo y el Ayuntamiento sureño llegan finalmente a algún acuerdo para evitar que se repita la historia, y las instalaciones vuelvan a tener que cerrarse porque ninguna institución se encarga de cuidarlas.
Flora y aves
La recuperación da prioridad a dos áreas dentro de este recinto: el jardín de interés botánico, y la reserva, área de refugio para aves, que están conectadas por los dos caminos que se van a recuperar, y recorren el interior de este área que dispone de una superficie de 9 hectáreas, y un perímetro de 1.161 metros lineales. En su interior existe ya un recorrido de agua que ocupa aproximadamente unos 4.000 metros cuadrados.
Todo el parque quedará vallado con piezas prefabricadas de hormigón armado, que imitan a troncos de madera, y se colocarán con diferentes orientaciones para aportar una imagen menos pesada. Setrata de un cerramiento discontinuo a modo de un código de barras que tendrá oberturas de unos 10 centímetros, que impiden que cualquier persona las atraviese. Las piezas de hormigón, que sustituye al mallado metálico que ha habido hasta ahora, tiene unos 2,60 metros de alto , y un ancho que oscila entre 15 a 30 centímetros.
Pero, lo más novedoso es que en todo este contorno queda interrumpido por cinco ventanas, con el fin de que desde fuera se puedan contemplar las esculturas que se quieren incorporar a este parque. Para ello, se va a contar la colaboración de artistas jóvenes a los que se propondrá que reinterpreten en la obra de Tony Gallardo.
El jardín botánico, al que se llegará desde el acceso principal ocupará una superficie de 2.000 metros cuadrados de los 89.373 metros cuadrados que abarca todo este espacio. Marcado por una rocalla, el botánico estará integrado por las especies del bosque termófilo de fondo de barranco, y ejemplares de la vegetación propia del litoral de esta zona de Maspalomas. Uno de los retos que se persigue con este espacio verde, que queda realzado por las piedras, es la puesta en valor de las especies endémicas y autóctonas.
Al mismo tiempo, y con el fin de animar a pasar a los turistas que transitan por la calle de acceso, a la Charca, y la Playa de Maspalomas, la Avenida Turoperador Juan Raisen, se van a abrir dos entradas desde este lado más próximo al barranco. Además, se incorporará mobiliario, y espacios de estancia para hacer más agradable la visita.
El parque, tras las intervenciones propuestas, se comportará como un ecosistema vivo, equilibrado en el que se optimizarán los recursos a fin de que los gastos de mantenimiento sean los mínimos.
Según explica el equipo redactor de este proyecto, se distinguen tres recorridos: dos para pasear por el interior y otro que permite contemplar el parque alrededor. En primer lugar se da especial atención a la vía que ya existe de tierra y arena, que se mejorará y da servicio al este espacio. El segundo recorrido es el de hormigón impreso, también existente, que acompaña el recorrido del agua y al que se le incorporarán zonas de estancia equipadas con mobiliario. El tercer recorrido, se puede entender como un ensanchamiento del vallado formando miradores hacia el interior del parque donde se ubicarán los paneles informativos.
En cuanto a la colocación de los 78 paneles fotovoltaicos, el Cabildo grancanario ha considerado que en tanto que la intervención se deriva del Plan de Uso Público establecido por el Plan Director de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, "no es necesario proceder a evaluar sus repercusiones en el lugar", según la legislación básica estatal y autonómica". Por contra, el consejero de Unidos en el Cabildo, Francisco Pérez, cuestiona, que cómo es posible que para colocar estas placas solares no sea necesario realizar un informe ambiental ,y sin embargo, si que se llamó la atención al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana porque el mobiliario de la zona de la Charca, farolas y papeleras, al ser de aluminio provocaba un efecto reflectante a las aves que viven en este paraje, y por ello hubo que pintarlo todo.
