La música creada para este poema es obra del director de la Coral Polifónica de Gáldar, Edmundo Domínguez del Río, que cumple así una promesa hecha en vida a Celso Martín y presentada al público en un año muy especial, en el que se cumple el décimo aniversario de la apertura de su principal proyecto, el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.

El estreno musical se celebró en el Centro Cultural Guaires y fue organizado por el Club de Leones de Gáldar y el Ayuntamiento de la Ciudad, con el título "Agáldar Mundo Prehispánico".

Fue precisamente el canto inicial de este poema al que denominó Isla al que se la ha dado tratamiento de obertura para las futuras y restantes composiciones de esta Rapsodia, que enaltece a la dinastía de viejos semidanes, de harimaguadas y mujeres madre-tierra y, sobre todo, al pueblo "nacido en la noble cuna de las marcas de Agáldar".

Para su presentación, Edmundo Domínguez contó con el apoyo de las voces de las corales polifónicas de Gáldar y Aparejadores de Gran Canaria, el Ballet de Lucía González, el atrezzo de Johana Pérez y la orquesta formada para este evento especial.

El proyecto musical lo abordó como una "fantasía compositiva" donde el discurso musical no responde, en ocasiones, a la sincronía histórica sino a la recreación imaginativa de un periodo cargado de sombras, sombras que diseñó para la coreografía del ballet en diferentes escenas y cuadros, en el que los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire se manifiestan para describir los acontecimientos musicales que se desarrollan.

"La fuerza incontenible del poema exigió profundizar en la composición, elevando la sencillez propuesta a un nivel musical más cercano a un poema sinfónico en el que se entremezclan recursos sonoros no originarios de Gran Canaria. Chácaras, tambores, silbos gomeros, aparecen esporádicamente para crear una empatía en el oyente con sonidos fácilmente reconocibles", añadió Domínguez.

Martín de Guzmán escribió "Rapsodia para un Guanarteme cautivo" un año antes de la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía de Canarias. El poema aparece firmado en Calatayud a 30 de mayo de 1981, año en el que se celebró el 500 aniversario de la firma del Pacto de Calatayud, entre los reinos de las Españas y el Reino de Canarias. El autor dice de su propia obra que ha sido concebida para ser danzada con música arcaica, para bailar como máxima expresión lúdica y por lo tanto de libertad, como un teorema de lo "seductor", de la "captura psicológica". Es, en el fondo, a pesar de sus elementos épicos y arcaizantes, un poema amoroso, como toda conquista que no se haga con las armas.

El acto contó con las intervenciones del presidente del Club de Leones de Gáldar , Carmelo Vera, quien agradeció a todas las personas que han hecho posible el desarrollo de este acto cultural cuya entrada fue destinada a fines solidarios.

El cronista oficial de la ciudad, Sebastián López García, quiso recordar la figura de Celso Martín de Guzmán, a quien también le gustaba escribir, no sólo sus artículos periodísticos y sus investigaciones arqueológicas, sino también en prosa y poesía, un Celso cercano al arte, un humanista a quien Gáldar sigue recordando y sigue estando muy presente en la memoria colectiva de la ciudad.

También quiso su amigo, el profesor José Antonio García Álamo poner el alma en describir la pasión que siempre vio en Celso Martín de Guzmán con quien compartió muchos de sus trabajos y de sus primeros trabajos arqueológicos en Guayedra y a quien describió como un héroe de la mejor epopeya .Y como no, su familia, representada por su hermana Bélgica Martín de Guzmán quien quiso agradecer el cariño, la admiración, el respeto y sobre todo el homenaje.