Lo indica con claridad un cartel a la entrada: el Parque Urbano del Sur es un lugar donde no están permitidos los animales, pero durante este fin de semana se escuchan muchos ladridos en el espacio verde de Maspalomas. Perros y gatos son los protagonistas de la primera Feria de Mascotas del municipio, un evento que sirve como lugar de encuentro para los dueños, que aprovechan para recibir información sobre cuidados entre exhibiciones, desfiles y concursos de adiestramiento.

La primera jornada arrancó con mucha animación en los más de 20 stands dispuestos por la organización para difundir información de protectoras de animales y empresas relacionadas con los cuidados veterinarios. Fabiola Suárez, responsable de la Asociación Héroes, está en uno de ellos dando a conocer la labor de su protectora mientras venden artículos que les sirven para financiar los chips y las vacunas para los animales que reciben en su finca de Agüimes. Reconoce que a veces se ven "un poco saturados, pero con ese dinero sacamos adelante a los peludos".

Muchos de ellos acaban siendo adoptados por personas que viven en lugares tan lejanos como Alemania o Holanda. "Tenemos un enlace con protectoras de esos países y los preparamos para enviarlos con un padrino de vuelo", explica Suárez, que anima a cualquier persona que vaya a viajar a que se ponga en contacto con ellos, porque se encargan de realizar todos los trámites y de sacar el billete para que el perro pueda salir con la persona que va a viajar. Con esta fórmula ya han conseguido enviar mascotas a Lanzarote o Suiza.

Casas de acogida

La protectora de Dori Rico, Perros Sin Fronteras, también está presente en la Feria de Mascotas y sigue un modelo parecido. "Aquí no conseguimos casa para todos, así que a muchos de nuestros perros los mandamos fuera", reconoce. Como las otras asociaciones de defensa de los animales instaladas estos días en el Parque Urbano del Sur, en su stand venden objetos artesanos -"También un poco navideños", destaca- con los que recaudan fondos para los perros que tienen en acogida. Al carecer de un refugio propio, las mascotas que rescatan siempre están en casas de voluntarios, aunque para ellos no es un inconveniente porque como explica Rico, "a la hora de incorporar una mascota en una familia es mejor cuando ya han estado en una casa, porque les educan para saber comportarse en un piso".

Junto a este stand, Juan Rodríguez pasea a su yorkshire Benji, que con sólo nueve meses "nunca había visto tanto perro junto". Este vecino de San Bartolomé está en la feria "pidiendo consejos para ver cómo alimentarlo" y aprendiendo la importancia de "no cambiarle el tipo de pienso" para que los animales lleguen a tener una vida longeva. A Rodríguez, que se muestra muy concienciado con la higiene urbana a la hora de sacar a pasear a su mascota, no le importa afear el gesto a los dueños más descuidados: "Vivo frente a un buen parque y desde mi casa puedo ver que hay mucha gente que sólo recogen si les estás mirando".

También hay quienes buscan hogar para un perro concreto. Es lo que hace Enrique Parejo, que cuida del pastor garafiano Shiro desde que su dueño decidió dejarlo en la clínica veterinaria en la que trabaja. Ahora busca desesperadamente a alguien que se pueda hacer cargo de él y para ello ha creado una página en Facebook, porque quiere "que se difunda el caso".

Aquí no sólo hay perros: el imponente gato Lucky preside el stand de la colonia felina Silvestre, que cuida de los mininos callejeros que hay en el barrio capitalino de San Cristóbal. Sus responsables ansían contar con más ayuda del Ayuntamiento: "Nos encantaría que hiciera un plan para poder esterilizar a todos los animales que hay en la calle, al igual que el resto de ayuntamientos", reclama María Victoria Montesdeoca.

En la feria también hay exhibiciones, como la que ayer realizaron la pastor belga marinois Heidi y el 'mil leches' Nano, dos perros de Unidad Canina del Cuerpo Nacional de Policía. Para Oswaldo Pérez, el agente a su cargo, son mucho más que compañeros de trabajo, ya que conviven con él: "En casa se portan como perros normales, aunque muy obedientes".

Sentados en el césped observando la exhibición están el pastor alemán Jimbo y su dueño, Jairo Gilarte, que se sorprende de poder pasear con su mascota por un parque en el que está prohibida su entrada: "Me gustaría que lo abrieran normalmente para entrar con mascotas". Hasta que se cumpla ese sueño, los dos todavía podrán volver a darse una vuelta hoy por la jornada de clausura de la feria.