El Juzgado de Primera Instancia número dos de San Bartolomé de Tirajana inició ayer la investigación por la desaparición en marzo de 2007 de Yéremi Vargas con el interrogatorio de tres vecinos del principal sospechoso del caso, Antonio Ojeda, más conocido en Vecindario como El Rubio. Uno de los testigos, Víctor Manuel Pérez, situó al acusado en las inmediaciones de la casa del menor días antes de la tragedia y aseguró que le vio en una ocasión con una radial dentro de su mochila. Hoy le toca el turno al constructor Juan David Guerra, Blas González y su hermano Agustín, El Tani, a quien Ojeda le atribuyó hace apenas unos meses la autoría de los hechos durante una conversación con un compañero de celda en Algeciras.

Solo una semana después de que la Audiencia de Las Palmas condenara a cinco años de cárcel a Antonio Ojeda por abusar sexualmente de un menor en 2012 en el barrio de El Doctoral, en el municipio de Santa Lucía, la justicia ha abierto una investigación sobre este mismo vecino de Los Llanos del Polvo por ser el principal sospechoso de la desaparición de Yéremi Vargas.

El magistrado José Manuel Díaz, sustituto provisional del anterior titular del juzgado de Primera Instancia número dos de San Bartolomé de Tirajana, Mariano López, ha comenzado una ronda de declaraciones a la que están citadas 22 personas que guardan algún tipo de relación con El Rubio. Este maratón de testimonios, que se desarrollará durante tres jornadas en diciembre y otras tres en la última semana de enero, le servirá como pruebas al juez para decidir si celebrar o no finalmente un juicio contra Ojeda por este causa.

La sesión de ayer arrancó con las declaraciones de un vecino de "toda la vida" de El Rubio, Víctor Manuel Pérez, quien aseguró haber visto al acusado con frecuencia en las inmediaciones de la casa del menor en los días previos a su desaparición.

Según relató su mujer, Ojeda solía desplazarse por el municipio en bicicleta. En una ocasión le pidió- a su marido- la furgoneta, pero nunca accedió a prestársela. "Éramos vecinos, pero manteníamos las distancias", matizó, a la vez que desveló que no fue hasta hace apenas unos meses cuando su marido se decidió poner en conocimiento de la Guardia Civil sus sospechas sobre el caso.

En su declaración, el testigo además aseguró que tras la tragedia vio una vez a El Rubio con una radial en el interior de su mochila mientras paseaba por el barrio. Un objeto que ya había salido a la luz anteriormente en la investigación del caso cuando Ojeda le contó a su compañero de celda la manera en que supuestamente un tal Tani, vecino de Santa Lucía, se había deshecho del cuerpo sin vida del menor en el vertedero de Juan Grande.

Sin embargo, el intento de Ojeda de involucrar a Agustín González, alias El Tani, en la investigación de la desaparición de Yéremi como supuesto autor de los hechos quedó en papel mojado el pasado mes de octubre cuando la Benemérita lo descartó de la lista de sospechosos. La Guardia Civil pudo comprobar que este vecino de Orilla Baja no permaneció cerca del menor el día de la tragedia por estar trabajando fuera del municipio. Precisamente hoy González declarará junto a su hermano ante el juez la relación de "celos y envidia" que ha tenido con El Rubio a lo largo estos años y los detalles de la estrategia que elaboró el procesado desde Algeciras para inculparlo en el caso.

A la sede judicial también acudieron ayer el primo de El Rubio, Zoilo Ojeda, y el vecino de enfrente de Yéremi, Nicanor Vega. Ambos declinaron comentar sus declaraciones a la salida del juzgado.

A partir del martes de la próxima semana pasarán por las dependencias de Maspalomas un total de 14 testigos. En esta lista destacan como declaraciones cruciales la exnovia de Ojeda, quien lo ha declarado culpable ante la Guardia Civil, y el interno José Rubén Obadía, que relatará por videoconferencia las confesiones que le hizo Ojeda a su paso por Cádiz.