Para el abogado de la familia de Yéremi Vargas, Pedro Sánchez, las declaraciones de los siete testigos que han pasado hasta ahora por el juzgado de San Bartolomé de Tirajana constituyen "piezas" necesarias para configurar el "puzzle" que pondrá fin a casi una década de investigación por la desaparición del pequeño de Vecindario. "Para resolver el caso han de darse dos circunstancias: o aparece el niño o El Rubio nos cuenta qué ha hecho con él", explicó el letrado. De lo contrario, el proceso de instrucción judicial que se desarrollará hasta el próximo mes de enero en Maspalomas se presenta como la única vía para arrojar luz en el caso. Blas y Agustín González, el Tani, a quien El Rubio culpa de la supuesta muerte del niño, calificaron ayer al acusado como una persona conflictiva.

Hace cerca de 30 años que los hermanos González, Blas y Agustín, conocen a Antonio Ojeda, apodado El Rubio y principal sospechoso de la desaparición de Yéremi Vargas. En el barrio de la Orilla de Sardina, en el municipio de Santa Lucía, compartieron vecindario durante los años de "juventud". No tuvieron una gran relación de amistad, pero sí se tenían "localizados" unos a los otros.

Ya por aquel entonces El Rubio se perfilaba como una persona no muy sociable y "problemática". "No tengo nada contra él, porque no me ha hecho nada, pero en los pueblos todos nos conocemos", aseguró Blas junto a su hermano El Tani, quien también calificó a Ojeda como alguien "conflictivo".

Cuando González se independizó de la casa de sus padres, le perdió la pista a Ojeda. Solo se lo volvió a encontrar alguna que otra vez por "El Doctoral" a bordo de "una bicicleta". En 2011 se enteró que su hermano Agustín le había echado una mano al Rubio al conseguirle un "trozo de tierra" en donde guardar sus pertenencias. "Nadie se imaginaba la cantidad de chatarra que llegó a acumular allí", matizó Blas, con ayuda de su primo Zoilo Ojeda, quien declaró también ante el juez el pasado lunes.

Lo que tampoco nunca imaginaron los hermanos González fue "la manera en que Ojeda le agradeció el favor" a El Tani. El pasado mes de septiembre su nombre saltó a la lista de sospechosos por la desaparición de Yéremi después de que el chatarrero le contara a un compañero de celda que su vecino Tani era el responsable de lo sucedido aquel 10 de marzo de 2007.

Tras no salir muy contento de una declaración que había hecho por videoconferencia desde la cárcel de Algeciras, donde se encontraba preso por un delito de abuso sexual a otro menor también de Vecindario, Ojeda le confesó a otro reo que El Tani había sido el culpable no solo del rapto del niño sino también de su homicidio.

Aquella conversación trascendió a la Guardia Civil, quien de inmediato centró las miradas en este vecino de Orilla de Sardina. Aquel día Agustín y su hermano acudieron a trabajar a una obra que estaban ejecutando en el municipio de Telde. El testimonio de su jefe, el constructor Juan David Guerra, no solo contribuyó hace unos meses a que las autoridades policiales descartaran la participación de El Tani en el secuestro del niño, sino que también valió ayer para corroborar ante el juez su ausencia en el municipio aquel 10 de marzo.

Nervioso y con ganas de que "todo acabe de una vez", El Tani confesó antes de entrar a declarar que en estos últimos meses ha vivido un verdadero "calvario". No quiso dar más detalle a los medios de comunicación que se agolpaban a la salida del juzgado, por estar el caso bajo "secreto de sumario". Solo aseguró momentos antes de iniciarse el interrogatorio que "tiene la conciencia muy tranquila y que las acusaciones que El Rubio ha vertido sobre él son producto de celos y envidia".

Junto a los hermanos González y el constructor, declaró también la sobrina de Ojeda, Antonia Rodríguez. Según explicó el abogado de la familia de Yéremi, este testimonio forma parte de la ronda de declaraciones sobre las que se fundamentará la investigación del caso. "Hay que tener paciencia porque es un proceso largo y que no transcurre a la velocidad que nos gustaría a algunos, pero mientras el niño no aparezca y El Rubio no nos cuente qué es lo que ha hecho con Yéremi, tenemos que continuar con la instrucción del caso", añadió Sánchez al finalizar la segunda sesión de declaraciones en el Sur.