¿Qué va a exponer en su ponencia?
Vamos a hacer una especie de presentación de la Asociación de la Almendra. Yo encaminé las jornadas forestales a la antigua suerte, la suerte tradicional en la que se plantaba la almendra. La asociación se creó por dos cosas que se quedaron en el camino. No nos metemos en fiestas ni en nada porque eso y el tema del paisaje funcionan perfectamente.
¿Cuáles fueron esas dos cosas?
Lo que es la recuperación de la producción almendrera por un lado y por el otro darle un uso al tema de la antigua suerte porque se abandonó totalmente y con ella vino la erosión, vinieron los grandes incendios y quedó todo lleno de residuos. Había que buscar una salida y estas charlas nos vienen como anillo al dedo porque hay que ligar la agricultura con el paisaje, el medio ambiente y el turismo. Si no, esto no sale adelante.
¿Por esa razón se creó la Asociación de la Almendra de Gran Canaria?
La Asociación de la Almendra precisamente se creó con esos dos objetivos. Vamos a explicar cómo es el cultivo moderno y pondremos un powerpoint de fincas modernas, cómo se está trabajando el tema de la almendra, de forma más profesional.
¿Se está logrando la recuperación de la almendra en la isla?
Sí. Antes me llamó una señora de Ayacata que tiene hectárea y media y me dijo que quería ser socia de nuestra asociación.
¿Cuántos socios tienen?
Estamos en torno a los 82 socios. Esto supone en terreno en torno a unas cien hectáreas aproximadamente. A eso vamos y a hacerlo con variedades altamente productivas porque si no hay un lucro esto no prospera. Nadie trabaja por amor al arte. Lo vamos a hacer de forma profesional, con formación, porque estamos trabajando en eso. Tenemos ahora un técnico fijo en la asociación y en la Mancomunidad, que nos asesora y nos está dando cursos. Ha sido un logro total. Tenemos el apoyo de la Mancomunidad y del Cabildo.
Los apoyos siempre son importantes.
Todos los años hacemos la Mesa Sectorial de la Almendra. Teníamos una coordinadora, Pilar Gutiérrez, pero como está muy liada porque la hicieron jefa en la Granja, en el Cabildo nos han nombrado un nuevo coordinador, un chico muy competente. Nos hace falta que nos coordinen para el tema de ayudas, subvenciones y que esté al tanto de todos los cursos.
¿Qué producción de almendra hubo el año pasado en la Isla?
El año pasado seguimos un poco estancados porque no llegamos a las cien toneladas, que es lo que más o menos tenemos controlado. Ahora, desde hace cinco años hacia acá, tenemos en torno a 10.000 o 15.000 almendreros de alta producción plantados. Ya este año pasado esos almendreros empezaron a producir. Ahora, el almendrero tarda siete u ocho años en dar la producción que debe dar.
¿Y qué expectativas hay para este año?
Yo creo que este año se puede duplicar la producción. Porque tenemos fincas que están dando muy buena producción. Hay una aquí en Tejeda que el año pasado dio 7.000 kilos de almendra y está toda plantada con almendreros de alta producción, el que estamos importando.
¿El de aquí es de peor calidad?
El almendrero de aquí es un poco gandul. No está dando lo suficiente, no se ha perfeccionado. Es otra cosa que estamos trabajando con el Jardín Canario para identificar variedades autóctonas y si es posible mejorarlas. Porque lo que nos interesa es que produzcan.
¿La calidad de la almendra grancanaria es buena?
Como todo. Como los vinos, el café? La tierra volcánica, el clima y el agua le dan otro sabor. Se han hecho estudios con almendras, equiparándolas con la de Túnez o la de California y de varias par-tes de la Península. En un estudio que nos hizo el Cabildo nuestra almendra es muy superior, sobre todo en aceite, que es lo que importa de la almendra porque es lo que le da calidad.
La almendra de California no es tan sabrosa.
Si comes una almendra de California es seca, parece serrín. Es muy grande y muy bonita pero de sabor no sabe a nada.
La producción en la Isla aún no cubre la demanda.
Estamos en torno a una producción de 20 toneladas mensuales en pipa, en consumo, hablando de las industrias fuertes, como Tirma, Kalise, la dulcería Nublo de Tejeda que gasta contenedores, frutos secos como Vego o Casa Ricardo. Estamos más o menos en los 20.000 kilos recogidas en pipa al mes. No obstante, para que eso fuera posible tendríamos que plantar toda la isla de Gran Canaria para abastecer el mercado aquí.
Ahora mismo es preciso importar porque lo que tenemos no da abasto.
Exacto. Nosotros estamos en-caminando hacia la agricultura ecológica. El 30% de nuestros socios ya están por esa labor porque nosotros no podemos competir en cantidad, pero sí en calidad. No se paga lo mismo una almendra convencional, que está en torno al euro o a 1,15, mientras que el kilo de ecológica está en torno a los tres euros.
¿Es un mercado demandado?
El mercado de la almendra ecológica está muy demandado, sobre todo en Alemania. Tenemos contactos para exportar pero no tenemos producción. Nosotros vamos encaminándonos no hacia la cantidad sino a la calidad del producto. En Canarias no podemos competir con lo que viene de fuera porque no tenemos ni suelo ni mecanización preparada para eso. En calidad sí podemos competir.
¿Es optimista con el futuro?
Hombre, si yo no soy optimista, que me metí aquí de lleno para pegar un vuelco tremendo junto con Julián (el presidente de la Asociación). Ahora estamos recogiendo la cosecha. Hay un grupo muy ilusionado de gente joven. De media estamos entre los 35 y 40 años porque hay mucho chico joven que ha cogido terrenos y los está plantando.
¿Han podido hacer frente al pulgón y las enfermedades del almendrero?
El almendrero tiene un mínimo de enfermedades. Incluso los salvajes producen almendras, pero como están abandonados, no se les riega y no se les poda, es normal. Las plagas que tiene son mínimas y controlables. Ahora se nos ha metido el pulgón negro de la madera, que en un principio pensamos que era muy agresivo, pero nos hemos dado cuenta de que es una plaga tonta. Es muy fácil de controlar.
O sea, que el perjuicio ha sido nimio.
Sí, nada, nada. Es una plaga que se hacen colonias y se localiza fácilmente. No está difuminada en todo el árbol, sino en focos localizados. Yo mismo si veo en un árbol una colonia de 200 o 300 pulgones con el guante de una mano me los cargo. No hace falta ni fumigar.
Es fácil de erradicar.
Muy fácil. En un principio nos asustó. Se hizo en Tejeda una cumbre del pulgón y nos dieron un producto ecológico para combatirlo. El Gobierno de Canarias dio unos 18.000 euros y está a punto de repartirse el producto.
¿En qué asuntos está ahora trabajando la Asociación?
Ya tenemos en Valsequillo, en la zona de Mirabala, el vivero para producir nosotros planta propia, ya se llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento. También tenemos proyectos con el Ayuntamiento de Ingenio, con el que hemos llegado a un acuerdo de colaboración e incluso dimos una charla allí porque tienen el propósito de plantar unos 10.000 almendreros en la zona baja de La Pasadilla. El proyecto de Valsequillo está en pañales, pero es muy importante porque se trata de la recuperación de esas fincas feísimas que están al pie de carretera. Creemos que incentivando el tema podemos lograr recuperar la almendra.
¿Tenemos una isla con posibilidades y recursos?
Claro que sí. Como dice Carlos Velázquez (ingeniero forestal del Cabildo) sobre el céntimo verde, si miramos a Gran Canaria como un parque temático, podremos hacer algo grande. Yo veo a los extranjeros en bicicleta por Tejeda para contemplar el paisaje de la flor. Yo no digo que al que mantenga ese paisaje le den el oro y el moro pero que haya una incentivación al propietario, sobre todo en las zonas pegadas al pie de carretera, que es donde promocionamos el paisaje.
Hay que conservar el paisaje y el medio ambiente.
Sí. Luego está el tema medioambiental. Si no se gestionan esos terrenos que han sido abandonados, vamos a seguir batiendo récords en incendios y en erosión porque ya no hay nadie que levante una pared. Si encaminamos bien esto, lograríamos cortafuegos y se evitaría mucho la erosión.
