El servicio de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, que dirige Miguel Ángel Clavijo, no puso ayer en su visita a El Veril ningún reparo a que el grupo Kiessling inicie las obras de canalización del barranco, donde proyecta construir el mayor parque acuático de Europa. Tras la guerra que ha desatado entre el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el gobierno insular la aparición de restos arqueológicos en la zona, el Ejecutivo asume la valoración del yacimiento y se compromete a remitir en apenas 10 días un nuevo informe al consistorio, que le "legitimará" a otorgar la licencia al promotor. Clavijo recuerda que el hallazgo de Maspalomas no posee "la misma entidad que La Cueva Pintada de Gáldar o el Risco Caído" de Artenara y anuncia que algunos de estos vestigios serán trasladados al Museo Canario.

Las tres administraciones -Gobierno autonómico, Cabildo y Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana- lograron ayer en las oficinas municipales de Maspalomas aparcar sus diferencias políticas y encontrar una vía de escape ante las restricciones que supone un hallazgo arqueológico en un suelo de uso turístico.

En la actualidad el inventario arqueológico de Gran Canaria cuenta con cerca de 1.150 yacimientos catalogados. En este último año, los expertos del Cabildo se han encontrado con casi una decena de hallazgos próximos a zonas donde concurre la actividad empresarial. En la mayoría de los casos, tal y como defendió desde un primer momento el presidente insular, Antonio Morales, estos enclaves terminan por generar a la zona "un valor añadido" que demuestra que la conservación del patrimonio "no está reñida con el desarrollo de la industria turística".

En particular, el hallazgo de restos prehispánicos en El Veril "no supone ningún impedimento" para que el promotor pueda comenzar con la construcción del parque acuático. Por un lado, explicó Clavijo, esta zona de Maspalomas es un espacio "roturado históricamente". En estas tierras se ha practicado tradicionalmente "el pastoreo", se han realizado movimientos de tierras tras las inundaciones de 2001 y muchas de sus estructuras de piedra han sido reutilizadas por sus habitantes para otros menesteres. Sin ir más lejos en una de las cuevas naturales en las que el Cabildo ha encontrado indicios de interés arqueológico residen indigentes de forma permanente.

Este deterioro que presenta la zona, a consecuencia de la acción humana, puede restar valor al conjunto arqueológico. "No estamos ante un Cenobio Valerón o una Cueva Pintada de Gáldar. Aún así los restos de cerámica y fauna marina merecen su estudio y, por eso, serán trasladados al Museo Canario", desveló el responsable de Patrimonio regional, "para luego difundir su interés entre la población en el marco de una publicación conjunta entre administraciones".

"Por fortuna", destacó Clavijo, la ubicación de estos elementos prehispánicos solo supone una modificación puntual del anteproyecto del parque acuático. Las construcciones de piedra, que originalmente debieron tener una planta de tendencia circular, serán examinadas en los próximos días por la empresa Arqueocanaria, a la que el Gobierno autonómico le ha encargado un nuevo informe de la zona. Al margen del valor histórico de estas estructuras, lo cierto es que dichos elementos se localizan dentro de las "zonas verdes del futuro parque acuático". "Lo que significa que a priori no genera cambios sustanciales en el proyecto", matizó Clavijo. Algo similar ocurre con los restos de cerámica, fauna marina y demás elementos encontrados en el tramo final del cauce del barranco. Un hallazgo que "a priori" no parece tener mayor transcendencia y, por tanto, "se intentará extraer y evaluar lo antes posible" para que el Ayuntamiento pueda conceder la licencia de obra a los promotores. El único emplazamiento que afecta a los planos iniciales del parque está ocupado por dos cuevas naturales. La localización de estas cavidades coincide con el trazado de dos toboganes del recinto y, por tanto, "en caso de contener material con valor arqueológico", su ubicación "deberá desplazarse algunos metros".

El Ejecutivo espera remitir su labor de inspección al consistorio y al Cabildo en apenas 10 días con el objetivo de acelerar el desbloqueo de esta inversión.

El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, gradeció al Ejecutivo "la plena disposición y colaboración" que ha mostrado desde un primer momento para encontrar una solución rápida al enclave de El Veril.

Sin embargo, desde el Cabildo, Morales destacó que todo este procedimiento "pudo haberse evitado", si el alcalde "no hubiera inventado primero una crisis con el Cabildo y luego un interlocutor con el Gobierno". "Con esta visita se confirma una vez más que no existe impedimiento alguno, técnico ni legal, para que San Bartolomé otorgue la licencia al grupo Kiessling", destacó el presidente insular.