AENA ha tenido que modificar su operativa de obras para hacer frente a las quejas de los habitantes del barrio ingeniense de Las Puntillas, ubicado entre el extremo sur del Aeropuerto de Gran Canaria y la autopista GC-1. En los últimos tiempos, los vecinos venían observando con preocupación el constante tránsito de vehículos de gran tonelaje transportando material de construcción por las estrechas calles de la población.
Desde hace unas semanas, los camiones de la empresa constructora Santana Cazorla que se mueven desde el interior del aeródromo hasta el solar localizado entre la rotonda de Las Puntillas y el espacio aeroportuario vallado ya no circulan por las calles del barrio, después de que la Policía Local de Ingenio se personara en la zona para recabar información sobre la operativa de los vehículos y comprobar la seguridad vial. Ahora lo hacen utilizando una puerta de acceso a las pistas que habitualmente se encuentra cerrada y que está ubicada al sur del aeródromo. Durante el día, el tránsito de camiones y furgonetas entrando y saliendo del recinto es constante. En el solar, mientras tanto, las palas excavadoras trasladan los grandes bloques de piedra y asfalto que llegan desde el interior del aeródromo hasta una trituradora de grandes dimensiones para poder proceder a su moltura.
Fuentes de AENA aclararon ayer que el espacio no está siendo objeto de ningún tipo de obra o construcción. Los trabajos están siendo realizados en la plataforma del aeropuerto, a la altura del hangar de la compañía aérea Binter, y el solar tan sólo está siendo utilizado para realizar este acopio temporal de material. Las mismas fuentes explicaron que la zona pertenece al operador aeroportuario desde su expropiación y aseguraron que el terreno se encuentra entre dos vallados, el que delimita la 'zona aire' -es decir, el espacio de especial seguridad al que sólo pueden acceder empleados que hayan pasado por un proceso de identificación y control- y otro "de propiedad". Este periódico pudo comprobar, sin embargo, que este segundo vallado está compuesto por una malla verde de simple torsión que no cuenta con alambradas o concertinas en su parte superior y que tampoco recorre la totalidad del perímetro del solar, lo que podría facilitar, llegado el caso, el acceso a la zona de personas carentes de autorización.
El operador aeroportuario indicó que como consecuencia de la apertura de este acceso, habitualmente clausurado, se han tomado medidas extraordinarias que garanticen la protección de un complejo como el aeroportuario, de especial sensibilidad para las fuerzas de seguridad en el contexto del nivel 4 de alerta antiterrorista -riesgo alto- en el que se encuentra España desde el 26 de junio de 2015. En este sentido, AENA explicó ayer que "aunque está dentro de terreno aeroportuario", en la puerta de acceso que está siendo utilizada para facilitar la conexión entre el lugar donde se realizan las obras y el solar se ha habilitado un "control de seguridad con vigilantes durante todo el día, siempre que la puerta que comunica ambas zonas esté abierta".
