La primera comisión informativa de plenos que abre el Cabildo a los medios de comunicación a petición del Partido Popular se saldó ayer con la presencia de una pasajera inesperada en el vuelo de Gran Canaria-Marrakech que financió la consejería de Juventud el pasado puente de diciembre. Una asesora de Podemos, Sara Ramírez, adscrita al área que gestiona Miguel Montero, se sumó a este viaje estrella de la programación Juvemcan para esta temporada. El consejero justifica la incorporación de un cargo político a una mera actividad de "ocio alternativo" para jóvenes ante la falta de personal técnico del Cabildo. Ese mismo fin de semana coincidieron cuatro eventos en la agenda insular (otros dos viajes a La Palma y Francia y una convivencia en Temisas). El PP acusa a Podemos de haber "politizado" la iniciativa.
El Cabildo de Gran Canaria, a través de su consejería de Juventud, destina al año cerca de 250.000 euros para las actividades que integran el programa Juvemcan. Gran parte de este presupuesto se asigna a los viajes "insulares, nacionales o internacionales" que se organizan desde la Isla para que los jóvenes "con escasos recursos" tengan la oportunidad de conocer "otras culturas".
Para esta temporada de otoño-invierno, la consejería de Juventud y Educación decidió innovar con un viaje a las denominadas ciudades imperiales de Marruecos (Marrakech, Casablanca, Fez y Meknes). "La idea era traspasar las fronteras europeas", explicó Montero, y bajo el título de "ruta cultural" aproximarse durante siete días, que discurrían en pleno puente de la Constitución, a otras formas de entender el mundo.
De esta oferta cultural se beneficiaron 20 personas, con edades comprendidas entre 25 y 30 años. El período de inscripción se abrió el pasado 13 de octubre a las 14.00 horas y, según explicó el consejero popular, Carlos Esther, en "apenas ocho minutos" se asignaron las plazas disponibles.
El criterio que aplicó el Cabildo para seleccionar a los beneficiarios de este viaje gratuito se basó en el "orden de entrada de las inscripciones" que enviaron los candidatos mediante "el programa informático". En otras ocasiones, como ocurrió en verano, se había recurrido "al sorteo informático con presencia de notario" para asignar las plazas. Sin embargo, esta vez se optó por esta metodología por haber "menos demanda" de viajes de invierno, explicó Montero.
Es decir, "no se tuvieron en cuenta las motivaciones sociales ni económicas de los jóvenes, que tanto pregona el grupo de Podemos. Simplemente, el primero que se apuntaba al sistema, iba al viaje. Independientemente de su profesión o ingresos mensuales", denunció el PP durante la comisión tras matizar que "por una razón de velocidad de la red, los jóvenes que enviaron su solicitud por el servidor del Espacio Joven del Cabildo corrieron con ventaja".
Por primera vez la administración insular ofrece un viaje de estas características fuera de la temporada de verano, coincidiendo además en fechas con la celebración de otras tres actividades paralelas del mismo programa Juvemcan.
Para esa semana de diciembre, la consejería diseñó no solo el viaje a Marruecos, sino otro a La Palma, un intercambio a Francia y una convivencia a Temisas. Esta superposición de eventos provocaron una merma importante en la plantilla de técnicos, que debe acompañar a los beneficiarios del programa durante las actividades. Al estar de viaje seis técnicos, la consejería de Montero tuvo que pedir apoyo a una de sus asesoras. "No estuvo de vacaciones, sino que se dedicó a coordinar todas las excursiones y los hoteles y demás actividades del viaje", advirtió el consejero de Podemos algo molesto por las críticas recibidas desde las filas del PP. Esta "falta de previsión" en el diseño de la programación de Juventud ha desembocado en la "politización" del viaje. "¡Qué casualidad que coincidieran cuatro viajes a la vez y que de ocho técnicos de la consejería fuese precisamente un cargo político el que terminara disfrutando del puente en Marruecos!", exclamó Esther.
Aunque el PP estima en 15.000 euros el coste del viaje, Montero confesó que desconoce su cuantía.
