La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista

"Tenemos una de las uvas únicas del mundo como es la malvasía volcánica"

"Gran Canaria es el lugar de España que más promoción hace del vino, pero se han olvidado de formación"

Alberto González Plasencia, anoche antes de impartir su conferencia en San Martín Centro de Cultura Contemporánea. QUIQUE CURBELO

El mundo del vino es abierto con muchas posibilidades.

Claro. Algo tan simple como que en Canarias tengamos 10.000 hectáreas de viñedos y que casi el 80% esté plantado solo de listán negro y de listán blanco es una gran pena, teniendo en cuenta de que hay otras muchas variedades que apenas ocupan el 1% de la superficie y que sin embargo cuando vamos al mercado son vinos que están supercotizados, caros, buscados, pedidos fuera. Hay un gran desconocimiento, no es otra cosa.

Se podría cultivar otros tipos de uvas.

Por supuesto. No tiene sentido plantar más listán negro cuando un mercado como Tenerife tiene una producción grande y apenas se vende o se vende mal, o aquí en Lanzarote donde tenemos esa uva y el vino tinto apenas se vende. Es una pena que haya gente hoy día que siga plantando esa variedad. Si no es por un amor muy concreto, no se entiende que se esté plantando una uva cuyo vino cuesta venderlo.

Económicamente es absurdo insistir.

Por supuesto. Si fuera una variedad que tiene un mercado abierto y que te la van a pagar muchísimo mejor, se entendería. Creo que hay bastante desconocimiento de lo que tenemos. Más que un capricho personal, creo que es un desconocimiento de la gente. Cuando doy una charla me encuentro que la gente se sorprende, no conoce.

Hace falta más información y más formación en el sector.

Hace muchísima falta más formación. Gran Canaria, por ejemplo, en este caso está haciendo mucho gasto en promoción. Hay mucha promoción. Creo que ahora mismo la isla es el lugar de España que más promoción hace del vino, pero se han olvidado de la formación por completo. Apenas hay formación, pero sin embargo vemos una excesiva promoción de los vinos. Pero puede ser una caja de Pandora que el día de mañana se queda vacía, no va a haber nada sin formación detrás.

No se entiende que se quiera empezar la casa por el tejado.

Dan por hecho que el vino es maravilloso, que es el mejor vino, que tenemos que llegar a todos los rincones, hacemos toda la promoción que haga falta y luego, cuando todo eso acabe, ¿quedará todo encaminado, se seguirá tomando el vino de Gran Canaria o realmente quedará en nada?

¿Es un esfuerzo baldío?

Es un error no haber formado en todos los niveles, sobre todo a los agricultores, viticultores y bodegueros, para que sigan un camino del vino de referencia. Yo creo que aquí, desde mi punto de vista, tendría que plantearse algo más de formación y quizá menos promoción.

Pero parece que eso no lo ven así las instituciones.

Yo en eso he tenido mucha experiencia al ir a abrir puertas por muchos motivos. Las puertas siempre están abiertas el primer día, pero si luego se cierran te va a costar mucho volverlas a abrir. Lo importante cuando abres una puerta es entrar y quedarte. Mucha gente nos comenta que han llevado una caja de vinos o que han llevado a tal sitio cien cajas, pero luego ha pasado un año y no han vuelto a pedir más ese vino. Se llevó ese vino y se acabó.

No sirve de nada.

Ese tampoco es el camino. En Canarias hemos cometido ese error muchísimas veces. Hay que aprender de los errores para no seguir repitiéndolos.

¿Hay alguna isla que cometa menos errores que las otras?

Hombre, lo que ocurre es que en cada isla hay pequeñas gentes que lo están haciendo muy bien, se han desmarcado mucho del grupo. Hay gente puntera que sabe hacer las cosas, marcando un camino, intentando ir más despacio y conquistando.

Pero...

Pero hay otros que, claro, creen que esto es subirte a un carro y acelerar para llegar rápido arriba y son los que al final estropean el camino para ellos y para otros, y no consiguen nada. Solo consiguen llegar; llegar, llegan. Si yo quiero llegar a París te garantizo que llego al restaurante parisino que quiera, porque hay muchos medios para llegar, pero no basta con llegar allí.

¿Cuál debería ser el objetivo?

Lo que queremos es llegar, competir y quedarnos. Si lo hubiésemos hecho bien tendríamos otros resultados. Hay que tener en cuenta que toda Canarias junta apenas produce lo que produce una bodega medianamente normal en la Península. Sin embargo, se siguen repitiendo los errores: tenemos problemas para vender el vino,no se vende el vino, no se consume? Se sigue hablando de eso todos los días de dios.

Lo dejamos para mañana pero nunca mañanamos.

Somos incapaces de vender lo que producimos y tenemos más turistas que litros de botellas de vino. Entonces está claro que tenemos que ser realistas y ver la verdad, la realidad.

Tenemos que aprovechar nuestras peculiaridades.

Lo que nosotros no podemos pretender es intentar hacer un vino Tempranillo en Canarias como lo están haciendo en Rioja o Ribera, y encima pretender hacer un vino mejor que el que ellos llevan haciendo 40 años y venderlo diez veces más caro, porque la viticultura canaria es cara. O a un valor más alto porque aquí cuesta mucho la producción, no tenemos maquinaria, no hay regadíos, no tenemos las cosas mecanizadas.

No podemos competir en ese aspecto.

Es imposible competir a precios de ellos. No llegaremos nunca. La botella allí está a uno o dos euros y la de aquí sale a 18. Hay una gran diferencia. El primer día o el primer mes lo vendes, pero cuando pase un tiempo no puedes competir con los de la Península. Eso nos está pasando.

¿Las singularidades canarias permiten hacer un vino distinto?

Todo el mundo que viene de fuera lo dice. No hay un técnico que no diga. "Dios mío, lo que tenéis aquí ya quisiera tenerlo yo en tal sitio. Sería rico con ese paisaje, esa forma de cultivar". Tenemos muchísimas cosas únicas, podemos plantar sin necesidad de injertar, una serie de cosas que nadie tiene. No nos podemos quejar de todas las virtudes que tiene esta tierra, el clima para vender grandes productos. Dios nos los concedió. Es una ventaja frente al resto del mundo para ser lo mejor, pero no despegamos. No sé por qué no terminamos de creérnoslo.

¿La responsabilidad es compartida entre la gente del sector y la Administración?

Es todo, pero lo cierto es que en Canarias falta mucha formación. En realidad faltan dos cosas: formación e investigación. Porque muchas veces no se investiga y no sabemos si una variedad que está en El Hierro puede ser maravillosa en Gran Canaria, o mejor incluso. Copiamos mucho y mal en los modelos turísticos. No investigamos y la investigación es necesaria para mejorar. No hay inversión para la investigación. Es una pena.

¿Entonces por qué no se invierte más en eso?

No sé por qué no invertimos más en esto, que es la sostenibilidad de un territorio. Depender tanto de la mercancía que viene desde fuera en los barcos es un problema muy grande para las islas. El sector primario está cada día más ahogado, lo ahogan más. No hay una cultura del agua ni del aprovechamiento de los recursos naturales. Estamos cada vez peor. Es la realidad. Yo voy para viejo y no puedo decir que todo esté cambiando para mejor. Creo que hemos retrocedido.

Usted es gomero pero lleva mucho tiempo trabajando en Lanzarote.

Sí, sí, casi toda la vida. Llevo más tiempo en Lanzarote que en La Gomera y en Tenerife, donde estudié. Llevo aquí más de treinta años, llegando a los cuarenta.

Ahora con las bodegas Rubicón tras pasar por Stratvs.

Sí. Tras bodegas Stratus pasé a Rubicón. Llevo varios proyectos. Trabajo también en los vinos de la Ribeira Sacra de Galicia, también estoy echando una mano en Gran Canaria en bodegas de Tunte y Gáldar, asesorando. Ahora estoy con un proyecto muy bonito e interesante en Fuerteventura, donde el Cabildo está apostando por recuperar la historia que ha perdido. Fue la isla en la que se plantó la primera viña de Canarias y ha quedado en el olvido. La isla tiene muchísimas posibilidades de hacer buenos vinos y de recuperar cepas que todavía están vivas de esa época.

¿Se han puesto las pilas las autoridades majoreras?

El Cabildo de Fuerteventura me tiene asombrado en el poco tiempo que llevo allí. Cosas que en Lanzarote no se consiguieron en 40 años, aquí lo han conseguido en dos meses. Los políticos están poniendo muchas ganas y eso me alegra. Espero que haya continuidad. Se hizo una inversión grande en poco tiempo para comprar un aparato que en Lanzarote costó muchos años tener.

¿Cómo vivió la polémica de las bodegas Stratvs?

Con todo el montaje de la bodega estuve un año viajando y fue muy duro. Yo quise descansar un poco y había solicitado un tiempo para dedicarme a la enseñanza. Me fui en mayo de 2012 y en septiembre de ese mismo año la cerraron.

¿Le apenó esa decisión del cierre?

Me apenó y me sigue apenando. ¿A qué padre no le afecta que a un hijo suyo le ocurra algo malo? Independientemente de lo que sea el empresario Juan Francisco Rosa y lo que esté detrás, el proyecto en sí yo lo llevó a cabo, tuve que viajar para sacar información y buscar maquinarias. Era un proyecto de lo mejor que había para toda Canarias y al que dediqué parte de mi vida, de la noche al día, durante mucho tiempo para hacer algo digno y único que ha sido admirado por todos.

Algo único sí que fue.

Sí, no había nada igual en ningún lugar. Independientemente de que las guerras empresariales típicas siempre estén, y ahí tenemos un ejemplo, todo el mundo sabe que esto no es una historia de que haya hecho algo malo o se haya contaminado el agua. Es lo mismo que cuando hablamos de que el sector primario va de maravilla. No podemos cerrar los ojos para decir cositas e intentar engañar a los demás. Esto simplemente es una guerra contra el empresario en sí por su trayectoria o por lo que sea. Ahí no entro, pero no es nada justo lo que se ha llevado a cabo.

Se le acusó de contaminación de aguas.

Todas las bodegas en las que he trabajado y en las que no jamás han contado con un sistema de depuración de aguas. Si es que no existe en el municipio y en todo el pueblo de Uga ni siquiera sistema de alcantarillado. Tendrían que denunciar entonces hasta a cualquier ganadería o restaurante que esté contaminando ahora mismo en el pueblo porque no hay red de alcantarillado. Es absurdo todo esto.

Incluso hay sentencias contradictorias en este caso.

Claro, porque todo depende de las influencias de unos y otros. Eso está clarísimo, pero ahí no nos podemos meter. Lo que no se puede es poner una manta para no ver el sol. El sol sale por un lado y se pone por el otro y que cada uno lo vea del color que quiera, pero las verdades están ahí. No se puede ser hipócrita.

¿Qué representó Stratvs como proyecto?

Stratvs como proyecto y bodega es lo mejor que le podía haber pasado a la isla de Lanzarote. Gracias a él todo el mundo sabe cómo tiró para arriba la calidad y con ello el posicionamiento a nivel mundial de los vinos, cómo se hablaba de Lanzarote y cómo venía gente buscando ese enoturismo relacionado con los vinos y las bodegas de la isla. Es pura hipocresía. Celos, envidias, lo que hay mucho en esta tierra.

El vino lanzaroteño es muy singular dentro de los vinos canarios.

Sí. Nosotros tenemos una ventaja porque tenemos una de las uvas únicas del mundo como es la malvasía volcánica. El 90% de la producción mundial la tenemos nosotros en Lanzarote. Cuando llegó la filoxera prácticamente esta variedad se extinguió. Es una de las malvasías más antiguas del mundo y se quedó en Lanzarote y un poquito en Italia, en Sicilia. Queda un poco en Tenerife y Gran Canaria.

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