Ni un niño en la calle, proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Mogán con el principal objetivo de evitar el abandono escolar, benefició el año pasado a un total de 50 menores.

El consistorio sureño ha conseguido coordinar esfuerzos entre cuatro concejalías para sacar adelante una iniciativa que afecta de forma directa a al calidad de vida de sus futuras generaciones. Los departamentos de Política Social, Educación, Deportes y Cultura crearon en 2016 un programa para ayudar al desarrollo integral de los menores en riesgos de exclusión social del municipio y luchar contra el abandono escolar en las etapas educativas obligatorias (Primaria y Secundaria). El proyecto, que se realizó entre los meses de abril a diciembre del año pasado, contó con el apoyo de la Fundación Canaria Universo Unido y el centro de enseñanza El Búho Inquieto.

Ahora, que acaba de culminar, la administración estima en medio centenar los beneficiarios del proyecto. De estos menores, cerca de una decena han participado también en los cursos de preparación para la prueba de acceso a ciclos formativos de grado medio, que ofrece el municipio. Por lo que el grupo de gobierno, liderado por Onalia Bueno (Ciuca), no solo destaca los beneficios que ofrece este programa en estos momentos a los niños, sino también las nuevas puertas que les abre para el futuro con la continuidad del estudio.

Según destaca el consistorio, la participación de la comunidad educativa (familias, profesores y alumnos) unida al apoyo empresarial han sido clave para alcanzar los objetivos del proyecto. Ahora el consistorio se encuentra inmerso en un proceso de evaluación del proceso con el fin de adaptarlo a las necesidades de sus próximos destinatarios.