Tras dos décadas de lucha vecinal, el pago agrícola de Barranquillo Andrés contará con una nueva red de alcantarillado a final de este año. El Ayuntamiento de Mogán ha destinado 1.038.000 euros, la mayor inversión municipal que este barrio ha recibido en la historia, para conectar cerca de 80 viviendas a la infraestructura hidráulica. El proyecto, consensuado por el concejal de Obras Públicas, Ernesto Hernández, y los beneficiarios prescinde de las tres estaciones de bombeo contempladas en los planos del anterior grupo de gobierno y desplaza la depuradora fuera del casco urbano.
Lejos del ajetreo turístico, a 650 metros de altitud sobre el nivel del mar, descansa en absoluta parsimonia el pago agrícola de Barranquillo Andrés. El núcleo residencial de este barrio lo conforman cerca de 80 viviendas (105 habitantes empadronados), que en época de verano alcanzan "casi el doble de población" con la llegada de visitantes.
La distancia con la costa, donde se desarrolla el principal motor económico del municipio, y las pendientes que presenta su orografía han dificultado a lo largo de los años en este barrio la instalación de "servicios básicos del siglo XXI", como le reprochaba el partido de Nueva Canarias al anterior gobierno de Francisco González.
En 2009 el Partido Popular impulsó la instalación de una pequeña estación de depuración de aguas residuales, que nunca se conectó a muchas de las viviendas del enclave.
La falta de un sistema de tratamiento de aguas sucias unido a la ausencia de una red de alcantarillado, que obligaba a los vecinos a gestionar sus vertidos en los denominados pozos negros, ha generado constantes molestias en la población. "Malos olores, presencia de insectos y contaminación de acuíferos", de los que se nutre el abastecimiento público, son algunos de las efectos que han sufrido los vecinos a lo largo de las últimas décadas.
En julio de 2013 el gobierno de González aprobó una partida de 500.000 euros para la instalación de la red de saneamiento en la zona. El proyecto redactado de aquel entonces incluía la ubicación de tres estaciones de bombeo de aguas residuales cerca del núcleo urbano. Una cuestión que "fue rechazada por los vecinos", por las molestias que genera este tipo de infraestructuras, y clave en el desarrollo de la nueva iniciativa que impulsa el gobierno de Onalia Bueno.
La llegada a la Concejalía de Obras Públicas de Ernesto Hernández, vecino de Barranquillo Andrés, ha facilitado el consenso entre la asociación de vecinos y la administración. Tras varias reuniones con los afectados en 2016, el Ayuntamiento ha encontrado una fórmula para eliminar las estaciones de bombeo y promover en su lugar una red de saneamiento "por gravedad". La iniciativa implica la instalación de más de 4.000 metros de tubería subterránea y el desplazamiento de la depuradora lejos de las viviendas.
A esta actuación, el consistorio destinará 1.038.000 euros, "la mayor inversión municipal que ha recibido el barrio a lo largo de su historia", resaltó Hernández. En estos momentos Obras Públicas tramita la licitación de la obra, que estima culminar a final de año.
