La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El atún pide caña

Ben Magec y los artesanales reivindican las antiguas artes de pesca

El grupo ecologista Ben Magec exige al Gobierno central que favorezca, en contra de los grandes buques cerqueros, la pesca artesanal del atún rojo en Canarias así como en el Mediterráneo para garantizar la supervivencia de esta especie.

En las alegaciones presenta-das al proyecto en el que trabaja el ejecutivo nacional para regular la pesquería del atún en 2017 considera que las cuotas inicialmente previstas afectan de forma directa a las áreas de crías y que los sistemas artesanales isleños, que realiza sus capturas pieza a pie- za con caña, "permiten una selección de ejemplares ya en su fase adulta y con una talla media de 150 centímetros, frente al aco- pio indiscriminado de los gran-des buques".

Ben Magec-Ecologistas en Acción recuerda en su exposición de motivos "que la normativa comunitaria que regula el atún rojo tiene como objetivo fundamental garantizar que las actividades sean sostenibles ambientalmente a largo plazo y que se gestionen de forma coherente con los objetivos de generar beneficios económicos, sociales y de empleo, y de contribuir a la disponibilidad de productos alimenticios".

En la misma línea hay que recordar la protesta protagonizada en Madrid el pasado 17 de diciembre de los profesionales artesanales de todo el país para reclamar al Gobierno "cuotas más justas".

En esa marcha, que logró reunir entre 200 y 300 personas del sector se encontraban representantes, además de la flota canaria, de Galicia, Asturias, Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía bajo el lema "un hombre, un anzuelo", en referencia a este mismo arte de pesca que ha permitido durante siglos hacer sostenible la captura de uno de los productos más apreciados en la gastronomía mundial, a veces cotizados a unos precios exhorbitantes, como los 1,35 millones de euros pagados en Japón el año 2013 por un ejemplar de 222 kilos. A ese mismo país va a parar el 80 por ciento de las capturas españolas.

La mayor parte de la cuota de 3.534 toneladas que tenía asignada España en el pasado ejercicio son capturadas por una decena de barcos cerqueros y cuatro almadrabas, este último arte tradicional por debajo de las mil toneladas, mientras que para el archipiélago se reducen a 140 toneladas, lo que representa un mínimo porcentual de ese volumen.

Una cantidad que en febrero del pasado año, cuando se fijó la cuota, fue incluso tachada de "ridícula" por el consejero de Pesca del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, quien al igual que Ben Magec apelaba a unas prácticas que favorecían la pesca sostenible del atún rojo.

La próxima campaña, de momento, lleva el mismo camino, según el grupo ecologista, que considera que "en consecuencia no es posible mantener el modelo de ordenación y los criterios de reparto de las cuotas asignadas a España para el ejercicio de 2017, en base a las normas reguladoras de la pesquería del atún rojo existentes hasta la fecha, por cuanto esa normativa", según aclara, "no se ajusta a lo establecido en los citados reglamentos comunitarios, ya que priman a los grandes barcos cerqueros, escasos, pero con un grandísimo impacto ambiental".

El secretario de la Federación de Cofradías de Las Palmas y vicepresidente de Federación nacional, Gabriel Jiménez, informa de que en Gran Canaria se benefician de esta pesca entre 250 y 300 familias -con casi 90 embarcaciones autorizadas-, un número similar en Tenerife, al que siguen las islas de Lanzarote y Fuerteventura en importancia hasta completar una flota que está en torno a las 250 unidades.

Además subraya que la pesca con línea, repitiendo el lema "un hombre, un anzuelo", es la garantía de la supervivencia de la especie, ya que en las islas solo se levantan ejemplares de entre 140 y 150 kilos, "y que ya han desovado en su vida unas 50 veces", frente a los individuos de 30 kilos, "aún demasiados jóvenes, que se capturan en otras pesquerías".

En este aspecto, el secretario provincial recuerda que se han llegado a subir a bordo individuos de 400 e incluso 500 kilos. Pero, con todo, aún lejos de los 700 kilos que se llegaban a coger en el pasado pero que ya no se ven. Además considera que si su hubiera potenciado esa pesca selectiva y sostenible, como la denomina Jiménez, en la que actúa "más la inteligencia del pescador" que las artes masivas, el atún rojo aún podría estar reinando en el mar.

Su declive, del que ahora se cree que se está recuperando muy levemente, comenzó a mitad del siglo XX , cuando a los medios tradicionales como el de la almadraba, se sumaron la red de cerco, el palangre y la caña con cebo vivo.

Compartir el artículo

stats