Francisco Guedes, exconcejal socialista de Vías y Obras del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, principal implicado en la denominada 'Operación Paraíso', explicó ayer en la vista oral del juicio que se inició en la Audiencia Provincial que llegó a un acuerdo con Alejandro Navarro, director general de la constructora Mazotti SA, para cederle el 50% de la empresa Excursiones Marítimas del Sur, a cambio de que se hiciera cargo del arreglo del barco familiar Atlantis. "Lo más blanco, y lo más ético era que Navarro apareciera en las facturas, y pagara a Reparaciones Navales para evitar trapicheos", respondió el que fuera edil de 2003 a 2007 al fiscal cuando le preguntó por qué este empresario se hizo cargo de abonar los 173.679 euros que costó el arreglo del buque.
Guedes, que está acusado de los delitos de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias, por los que el ministerio fiscal le solicita una pena de once años y siete meses de prisión, negó que se aprovechara de su condición de edil para lograr de Mazotti beneficios personales, a través del pago de gastos y nóminas de la sociedad de la que es titular su hijo Jonás Guedes, también investigado en la misma causa a cambio de apoyar la contratación de la segunda fase de la urbanización de Poblado Cesa, en El Pajar, que inició la misma constructora. Hasta 240.000 euros llegó a desembolsar esta empresa al negocio de la familia de 'Pacuco', según consta en el escrito de acusaciones.
El exedil, que junto a su hijo fue detenido y trasladado a prisión en 2007 por estos mismos hechos, aclaró que no se formalizó en escritura pública la participación de Navarro en Excursiones Marítimas del Sur por motivos de enfermedad, primero de su hijo, y después del propio constructor.
Asimismo, dijo que para la adjudicación a Mazotti de la segunda fase de la obra de urbanización del Pajar, por importe de 261.741 euros, que fue aprobada en un pleno celebrado el 14 de mayo de 2007, su voto no era necesario porque con solo seis concejales hubiera bastado y que tampoco le llamó Navarro para pedirle su apoyo.
También rechazó que Construcciones Hernández Perera realizara algunas obras en su casa para que le diera un trato de favor en la enajenación de una parcela municipal en Aldea Blanca en la que había un campo de fútbol y donde esta empresa pretendía poner una nave para colocar los camiones, y evitar las quejas de los vecinos de Castillo del Romeral.
En este caso, contó que existía un a "relación de amistad" con el administrador Antonio Hernández Rodríguez, y que esta empresa sólo hizo obras en casa de su madre, pero que se trató de una pared de cuatro metros, que cuando fue a pagar "no la quiso cobrar".
Alejandro Navarro, director de Mazotti, que por su condición de abogado se sentó junto a la defensa de los otros siete procesados, está acusado de cohecho, al igual que Antonio Hernández, que junto a su hijo Antonio Esteban Hernández, eran los administradores de Construcciones Hernández Perera.
En la primera sesión del juicio declararon además del exedil del PSOE, su hijo Jonás, acusado de cohecho, que se enfrenta una pena de ochos años de cárcel; el que exconcejal de NC, José Juan Santana , investigado por prevaricación, falsedad en documento oficial, e infidelidad en la custodia de documentos, que, en este caso, conlleva condena de nueve años; y el arquitecto municipal, Fernando Rivero, investigado por prevaricación y falsedad de documento oficial, y con la misma condena. Todos negaron haber favorecido desde sus cargos o empleos en el Ayuntamiento tirajanero a Mazotti o a Hernández Perera.
