Francisco Guedes, exconcejal de Vías y Obras de San Bartolomé de Tirajana, principal implicado en el Caso Paraíso, intentó convencer al gerente de Reparaciones Navales Canarias SA (Repnaval), Roberto Reyes Alzola, empresa a la que encargó la reparación del barco Atlantis, que compró su hijo Jonás, acusado en la misma causa, de que Alejandro Navarro Miñón, director de Mazotti SA, iba a pagar las facturas por el arreglo del buque porque el Ayuntamiento ya le había resuelto la adjudicación de la segunda fase de la urbanización de Poblado Cesa. En una conversación, que grabó la policía durante la investigación de este proceso, y que el fiscal José Antonio Blanco hizo ayer que se reprodujera en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, en el tercer día de vistas de ese juicio, se oye cómo Reyes Alzola, preocupado porque el dueño de Mazotti allá por mayo de 2007 no atiende a sus llamadas, telefonea a Pacuco para preguntarle si se había puesto en contacto con Alejandro Navarro, y Guedes le asegura: "Tengo que verlo porque le acaban de aprobar una serie de cosas..., y ahora ya no hay motivos para que no pague".
Esta declaración, que oyó Navarro, también acusado, desde la bancada de los abogados por su condición de letrado, desmontó la exposición que hizo el empresario el pasado miércoles, en la que intentó desvincular las facturas del barco de la adjudicación por parte del grupo gobierno de Tunte, en manos de PSOE-NC, y CCN, de la urbanización residencial Poblado Cesa, en El Pajar, por lo que se le imputa un delito de cohecho.
El constructor, que se permitió la licencia de wasapear durante la vista, asumió cuando fue interrogado el día anterior, que pagó 173.679 euros por la reparación del buque del hijo de Guedes para entrar en este negocio naviero, porque se temía la crisis de la construcción, y por eso acordó entrar como socio en la sociedad de la familia del exconcejal de Vías y Obras, Excursiones Marítimas, participación que no se escrituró por problemas de salud del hijo.
Olvido y memoria
Reyes Alzola, jubilado, que dijo no recordar ni a Guedes ni incluso si el barco Atlantis se reparó en su astillero, argumentó que el varadero daba servicio a cinco buques a la semana, una media de 200 en un año, no tuvo más remedio que reconocer su voz en la reproducción de la llamada a al exedil y su firma en las declaraciones que hizo en 2007 ante la policía y el juzgado. Ante el olvido del gerente de Repnaval, la presidenta del tribunal, Pilar Parejo, preguntó a Reyes Alzola si esta era la única reparación por la que había tenido que acudir a los juzgados. En ese momento, el gerente de Repnaval, finalmente, recuperó un poco la memoria, y admitió que Mazotti sí pagó el arreglo del Atlantis, y precisó que de no hacerlo se hubiera procedido al embargo del buque.
También declaró ayer como testigo Miguel León Melián, empleado laboral del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, que crea una sociedad para comprar a Naviera Armas el citado barco con otro socio en 2004, y dijo que la venden a Jonás Guedes en 2005 porque "no le interesa el negocio" y es Jonás quien lo compra por 18.000 euros a la naviera. Explicó que la embarcación, amarrada en Arguineguín, necesitaba "mucho dinero" para que fuera rentable, y los Guedes estaban "desesperados por conseguirlo" para ponerlo a punto para hacer excursiones por el Sur, sobre todo porque podía llegar a Guguy.
