Pequeños y mayores, parrandas y colectivos vecinales, experimentados y jóvenes promesas del verso se dieron cita ayer en las calles del casco histórico de Ingenio para dedicar a la patrona del municipio, La Virgen de La Candelaria, folías y plegarias en forma de versos y besos. Un decena de niños de varias localidades de la Isla, dirigidos por el repentista Yeray Rodríguez, elogió a la imagen a su salida de la iglesia con "tradición y devoción". En esta edición de las fiestas, el club de cazadores Las Medianías optó por reproducir a escala pequeña en su carreta el retablo de la parroquia bicentenaria de la mano del humorista Manuel Suárez.

La primera romería del año en Gran Canaria arranca en Ingenio. Aún cuando los vecinos no han tenido tiempo ni para digerir las uvas de Nochevieja, ya se embarcan en los preparativos para la romería de La Candelaria. Un total de 12 carrozas, tiradas por "animales del país", llenaron ayer de color y sabor los callejones aledaños a la parroquia ingeniense.

A la cabeza del desfile, se encontraban las vacas de Fidel Almeida. Los dos ejemplares del ganadero impulsaban con garbo el ingenio azucarero que identifica al municipio. Detrás de la delegación municipal, los más chiquitines de la agrupación Coros y Danzas acapararon la atención de los visitantes a su paso por la calle Antonio Rodríguez. Casi pisándoles los talones, pero con un poco más de edad, los jóvenes de El Sequero llegaron armados con "sogas, trompos y tirachinas". Este año el colectivo de Santa Rita, presidido por Paqui Olivares, optó por decorar con una cometa remendada a lo antaño su carreta. Durante el camino saltaron, bailaron y hasta corrieron detrás de la "llanta", como lo hacían sus abuelos en tiempos en los que la Playstation no formaba parte "ni de lejos" del imaginario colectivo .

Los acordes de Los Salineros, Guayadeque y Las Majoreras animaron el recorrido. El entusiasmo y el garbo de los tocadores consiguieron incluso que más de uno lograra escalar las pendientes del casco antiguo sin apenas darse cuenta. "Esto se pasa en un abrir y cerrar de ojos. Y más cuando se está en buena compañía, la gente está animada y gustan las tradiciones", aseguran las hermanas Pino y Antonia Sánchez, vecinas del Cruce de Arinaga y aficionadas a las romerías de la Isla desde que se retiraron de los campos y almacenes de empaquetado de tomates. Ahora que tocan el "timple y la guitarra" y ya están liberadas de la crianza de los hijos no se pierden "ni una fiesta".

Los que tampoco suelen faltar a la ofrenda de La Candelaria son los afiliados al club de Caza Las Medianías. Este año la carroza de este colectivo destacaba en la hilera de asiduos con una réplica artesanal del retablo de la parroquia. En la obra de Manuel Sánchez, más conocido en el Sureste por Cho' Manuel, no faltaba detalle. A pequeña escala este vecino de Agüimes había reproducido hasta la biblia y el cáliz del altar. "A ratitos" durante mes y medio y con una foto como modelo, Manuel diseñó sobre corcho y madera las columnas doradas del enclave, la imagen de la patrona y hasta los ramos de flores que adornan los laterales del altar. Hace dos años se estrenó con una maqueta similar en la romería de Agüimes. Y como a sus 73 años aún le quedan "ganas" y tiempo para la fiesta, esta vez se animó incluso a recrear el interior de la iglesia del pueblo vecino. "Manuel es una persona a la que le gustan las tradiciones y cuando nos presentó su propuesta en el club no dudamos en darle luz verde. Lo único malo que tiene es que es de Agüimes", bromeó Carmelo Pérez, miembro del club de cazadores, con un guiño cariñoso a la rivalidad que siempre ha caracterizado a estos dos municipios contiguos.

Pasado el mediodía, el desfile de carruajes llegó a su destino. Con un Ave María, interpretado por la cantante local Tania Gil, la patrona salió del templo. Allí le esperaba casi un millar de devotos y un elenco de jóvenes promesas de la rima improvisada. Con Yeray Rodríguez a la batuta, comenzó el espectáculo. Los primeros en salir a escena fueron Iván Alemán (11) y Daniela Trujillo (10). Ambos ya se habían estrenado ante el público en la romería de su pueblo, en la villa mariana. Pero los nerviosos y la ilusión se apoderaron de su gesto sin interferir en la entonación de sus versos. Detrás, al final de la tribuna, sus progenitoras aplaudían con fuerza. "Es un orgullo que nuestros hijos participen en este tipo de iniciativas, no solo por el valor artístico sino también porque es una forma de incentivar el gusto por las tradiciones", explicó Obdulia Domínguez, madre de Iván. A las décimas de los pequeños de Teror se encadenaron las rimas de Diego, Davinia y el resto de futuros trovadores de la Isla. En esta ocasión, el encuentro contó con eminencias de la rima de otros países. En concreto de Cuba y Puerto Rico. Aunque La Gomera, con Eduardo Duque, y Gran Canaria, con Domingo Santana y José María Dávila, también tuvo voz propia.