Las declaraciones judiciales en relación con el caso de la desaparición del pequeño Yeremi Vargas concluyeron este lunes en los juzgados de Maspalomas con la comparecencia ante el juez de un chatarrero que confirmó que Antonio Ojeda solía frecuentar el vertedero ubicado en San Bartolomé de Tirajana para recoger chatarra que después llevaba a una planta de reciclaje

Ante el juez José Manuel Díaz Pavón también declaró este lunes el responsable del vertedero de Juan Grande. Este testigo confirmó ante el magistrado que el recinto no se encuentra vallado en su totalidad y que es posible acceder a él sin control.

Además de estos dos testigos, este lunes también prestó declaración una persona que trabajaba en el bar Nisio, cercano a la casa de Yeremi y en el que era habitual la presencia de Antonio Ojeda en las fechas en las que desapareció el menor, aunque no pudo aportar información relevante sobre el caso.

El último compareciente del día fue un empleado de una subcontrata del Ministerio de Defensa que en 2007 conducía un Seat Toledo blanco que según relató Antonio Ojeda a la Guardia Civil se encontraba en el lugar en el que desapareció Yeremi el 10 de marzo de 2007. Esta persona ratificó ante el juez la declaración que ya había prestado ante la Benemérita, según la cual ese día, que era sábado, él no se encontraba trabajando y por lo tanto no disponía del vehículo, que no era de su propiedad sino de la empresa.

Fin de las diligencias

Con las declaraciones de estos cinco testigos concluye la ronda de diligencias previas que el juzgado había solicitado, aunque la instrucción no se da por cerrada todavía. El juez aún ha de responder a la petición tramitada por la acusación particular para realizar los careos que enfrentarían Antonio Ojeda con los dos presos que han declarado ante el juez durante las últimas semanas.

Uno de ellos, recluso del centro penitenciario Las Palmas 2, declaró que Ojeda se derrumbó anímicamente ante él cuando conoció la sentencia por la que la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas lo condenó a 5 años de prisión como autor de un delito de abusos sexuales a un niño en 2012. En aquel momento Ojeda presuntamente reconoció que Yeremi intentó escapar y tuvo que "desaparecerlo". El otro preso, que compartió celda con Ojeda en dos cárceles gaditanas, también expuso ante el juez las supuestas confesiones realizadas por Juan el Rubio en prisión, aunque en este caso habría contado que la responsabilidad de la muerte del niño recaía en un vecino suyo y que él sólo había sido testigo parcial de los hechos.

También quedan pendientes por resolver los solicitudes de declaración de algunos familiares de Yeremi que fueron precios por la acusación particular, así como una reconstrucción del caso. A partir de ahí las partes podrán solicitar nuevas diligencias y la Fiscalía deberá decidir si sigue adelante con el caso contra Antonio Ojeda, siempre que encuentre base acusatoria.