El Cabildo de Gran Canaria está estudiando un innovador sistema para convertir el agua que generan los hogares de la isla en apta para uso agrícola y, además, poderla exportar a países en vías de desarrollo que carecen de controles e infraestructuras para hacerlo.

En un comunicado, el consejero de Sector Primario, Miguel Hidalgo, explica que las investigaciones se encuadran en el proyecto 'Adaptares' que, financiado por el programa europeo Interreg MAC, está liderado por el Instituto Tecnológico de Canarias y cuenta, entre otros, con la colaboración del Consejo Insular de Aguas del Cabildo y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

La nota destaca que una de las grandes ventajas de esta propuesta es que el sistema combina varios procedimientos de escasa complejidad y baja necesidad energética, por lo que su uso puede beneficiar a países menos desarrollados del entorno de la Macaronesia.

Este sistema de percolación-infiltración se centra en estudiar la eficacia de la producción de agua a través de su paso lento por tierra y piedras de varios tamaños, un suelo bajo el que, con anterioridad, han sido instaladas tuberías para recoger el líquido filtrado.

Tras este proceso, el agua recogida recibirá un tratamiento de desinfección basado en un producto hecho con sal común al que se aplicará una mínima corriente eléctrica, que podrá ser generada por una pequeña placa solar.

El resultado final es un agua regenerada y desinfectada sin que se precise el empleo de otros métodos más costosos o complejos, agrega la nota, que subraya que esta iniciativa, aún en fase de redacción, tendrá las conclusiones definitivas en el año 2020.