El temporal de lluvia, viento y mar que afectó al Archipiélago canario durante el fin de semana provocó los mayores daños en las primeras horas de ayer domingo, con caídas de árboles y muros, cierres de carreteras, destrozos en los cultivos, desperfectos en edificios, cortes eléctricos, cancelaciones de vuelos y problemas en las comunicaciones marítimas.

Las precipitaciones dejaron más de 55 litros por metro cuadrado en varias zonas de la cumbre de Gran Canaria, pero no resuelven la sequía que sufren las presas de la mitad sur de la Isla. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha levantado para hoy lunes todos los avisos, aunque no descarta algunos chubascos débiles. No obstante, el Cabildo mantiene activado el Plan de Emergencias en previsión de nuevas incidencias, porque la tierra mojada puede provocar derrumbes en los próximos días

Los desprendimientos hirieron de gravedad a dos excursionistas en el Valle de Agaete [ver información en página 59] y obligaron al Cabildo a cerrar ocho carreteras durante varias horas, con un llamamiento a la población para que evitara circular por las vías de acceso a los municipios de medianías y cumbres.

El viento, con registros de 70 kilómetros por hora en las costas del norte y rachas de 122 kilómetros en Cruz de Tejeda y 116 en Agaete, causó los principales estragos en la red viaria. Desde la madrugada, los bomberos del Consorcio de Emergencias y los operarios de Carreteras tuvieron que emplearse a fondo para retirar los árboles caídos en los municipios de San Mateo, Santa Brígida, Teror, Valleseco, Tejeda, Moya o Agaete. Más de 500 personas se movilizaron para resolver las incidencias, incluidos los trabajadores de las empresas de electricidad y telefonía.

Carreteras

El Cabildo cerró la GC-15 de San Mateo a Cueva Grande, la GC-70 de Guía a Fontanales, la GC-703 de Santa Cristina a Montaña Alta, la GC-41 de San Mateo a Telde, la GC-700 de Guía a Moya, la GC-75 de Moya a Fontanales, la GC-305 de Firgas al barranco de Las Madres) y la 231 de Los Berrazales, en Agaete. Todas ellas se pudieron reabrir a las pocas horas. También hubo dificultades para circular entre Tamaraceite y Teror, de Arucas y Firgas a Teror, de Ayacata a la Presa de las Niñas, y de Cruz de Tejeda a Llanos de La Pez.

En Santa Cristina, la fuerza del viento al amanecer derribó un gran árbol, que a su vez tumbó un muro de la finca Los Abetos y cayó sobre la carretera y los jardines de las casas aledañas, destrozando el tendido eléctrico y telefónico. A mediodía, los vecinos seguían intentando limpiar la vía y denunciaron que desde hace años habían solicitado una autorización para podar ese tronco por el peligro de caer sobre las viviendas.

Unas casas más abajo, Salvador Almeida Castellano se lamentaba por los destrozos del viento en sus cultivos. "Al romper el día sentí un golpe fuertísimo y vi el árbol colgando sobre los cables", apuntó el agricultor de San Cristina mientras mostraba la cosecha de naranjas en el suelo. "Estas ya no sirven para vender en el mercado; se las regalaré a los vecinos para que hagan zumo", comentó resignado.

A la misma hora, en pleno casco urbano de Moya, otra racha de viento partió los dos troncos de un laurel y los lanzó sobre la calzada, aunque sin afectar a personas o vehículos. Peor suerte tuvo el propietario de un coche aparcado a la entrada del pueblo de San Mateo, al que se le incrustó un eucalipto en capó delantero. Aparte de los árboles, también cayeron tuneras, piedras, tendidos eléctricos, postes, farolas, carteles de tráfico, vallas publicitarias o macetas.

En Agaete, el callejón del Huerto de las Flores quedó bloqueado durante unas horas por la caída de un palmera. En el Puerto de Las Nieves, el barco de Fred Olsen procedente de Tenerife tuvo dificultades para atracar.

Las comunicaciones aéreas también sufrieron los efectos del temporal. Los aeropuertos de Tenerife Norte, La Palma, El Hierro y La Gomera resultaron afectados por el mal tiempo, lo que obligó a desvíos y cancelaciones de más de una decena de vuelos.

La falta de fluido eléctrico afectó a 1.800 clientes de Endesa, repartidos por zonas de los municipios de Arucas y Santa María de Guía, en Gran Canaria; Tuineje, Betancuria y Puerto del Rosario, en Fuerteventura; y Tacoronte, en Tenerife, según informó la empresa.

Lanzarote

El fuerte viento y el oleaje fueron los protagonistas de la desapacible jornada en Lanzarote. Los efectivos del Consorcio realizaron 18 servicios relacionados con el temporal. Tinajo registró rachas de 98 kilómetros por hora y Playa Blanca de 90 kilómetros. Los bomberos retiraron el mástil de un barco situado, a modo de decoración, en la terraza de un restaurante del Pueblo Marinero de Costa Teguise. La estructura estuvo a punto de caer sobre el local tras desprenderse la base que lo sujetaba al suelo.

Un árbol de un parterre de la calle Juan de Quesada de Arrecife se ha partió y arrasó con la jardinera de madera que lo rodeaba. Muy cerca, el viento arrasó parte de los vallados de sendos solares, arrancó de raíz una palmera y tumbó un poste de luz. También en la capital, los bomberos actuaron para evitar que el rótulo de un local se precipitase al suelo.

En Fuerteventura, el temporal dejó rachas de viento entre 100 y 119 kilómetros por hora. Una fuerte lluvia caída a mediodía hizo correr algunos barrancos, como el cauce de la villa histórica de Betancuria. Los servicios de emergencias tuvieron que intervenir ante los daños originados, como caídas de palmeras , vallas publicitarias, o las planchas del terrero de Lucha de Puerto del Rosario. Una palmera cayó sobre un vehículo en Corralejo y diversas zonas de la isla sufrieron cortes de fluido eléctrico. El temporal dejó también varios accidentes de tráfico, sin víctimas, informa Antonio Cabrera.