Los vecinos de la playa de Tauro no ganan para sustos. Tras las inundaciones del mes de agosto el fuerte oleaje, que azotó el pasado domingo la costa de Mogán, dejó a su paso por la nueva cala artificial un barranco anegado y lleno de desechos. Los afectados temen que la corriente derrumbe el muro de piedra, que ha instalado de forma provisional la Demarcación de Costas, tras las mareas de El Pino.

Tauro amaneció el domingo con una marea revuelta y desafiante. Cerca del mediodía las olas subieron con fuerza hasta el barranco. No es la primera vez que la meteorología se apodera de las 22 viviendas y los dos comercios de la zona, así que los vecinos no tardaron en evacuar el cauce y trasladar los vehículos lejos de la orilla. "Por suerte" el caudal de agua solo arrastró a su paso por el barranco arena rubia de la nueva playa artificial, madera y algún desecho que otro. "No tuvimos que lamentar daños materiales ni personales", anunció el vicepresidente de la asociación de vecinos Los Barqueros, Pedro González, pero del "susto" muchos aún no se han recuperado.

En esta ocasión las olas cubrían hasta "el bufadero", alcanzando hasta "cuatro metros de altura". "Llovía un poco", pero afortunadamente no lo suficiente como para que el agua corriera por las montañas, "entonces sí que hubiéramos tenido que salir corriendo", aseguró el vecino.

La llegada del agua cerca de las viviendas sembró la alarma entre los residentes. La fuerza de la corriente "amenaza con derrumbar" el muro de contención que ha instalado de forma provisional Demarcación de Costas en Tauro, precisamente para evitar inundaciones semejantes a las del pasado verano. Sin embargo, cuentan los vecinos, este muro carece de "sujeción" y muchas de sus piedras pueden acabar dentro de las casas o del mismo bar.

"Más que protegernos, nos perjudica. No reúne las condiciones necesarias para estar en una zona no solo transitada por turistas sino también por vecinos. Cualquier día va a ocurrir una desgracia", lamenta un camarero del Vistamar.

A lo Donald Trump

"Son muchas las personas que han puesto el grito en el cielo por el muro que planea levantar Donald Trump en EE UU, pero aquí se ha construido uno similar y nadie se ha hecho eco", denuncian desde el bar tras recordar que la presencia del muro contradice la recomendación medioambiental de no instalar "ninguna pantalla" cerca de zona marítima.

La barrera de piedras no pasa desapercibida entre los visitantes. En su mayoría noruegos, son muchos los que en los últimos meses han llamado por teléfono al Vistamar desde el norte de Europa para "asegurarse" de que continúa el establecimiento abierto al público. "Se trata de clientes repetidores, afincados en la Isla hace 30 años, y a los que les gusta venir a esta cala que también es su playa. Lo lamentable es que ahora, con el muro, la estampa se asemeja más a una cárcel que a una terraza de playa", destacó el empleado.

Más que una pared provisional de cantería, los vecinos piden la construcción de un "dique" en el mar que frene la fuerza de las olas. "Es como cuando se construyó el dique de la playa de La Laja", recuerda González. Al principio, el fuerte oleaje inundaba "hasta la gasolinera que había al otro lado de la carretera". Pero la instalación de este sistema de contención "acabó con este tipo de problemas", por lo que puede ser "una solución que también se podría aplicar en Tauro", concretó el vecino.

La playa de Tauro permanece cerrada a los bañistas desde hace cerca de un año.

El grupo Anfi cubrió la cala con 70.000 metros cúbicos de arena rubia del Sahara tras obtener la concesión de la playa y la explotación de los servicios de temporada del enclave (hamacas y chiringuitos) por un periodo de 50 años. Sin embargo, la Dirección General de Costas de Madrid abrió hace apenas tres meses un expediente al promotor para revocarle la concesión del enclave por las irregularidades detectadas durante las obras de ampliación de la playa.

Al margen de estas anomalías urbanísticas, "la playa es pública", rescatan los vecinos, quienes no entienden por qué tanto turistas como residentes "no pueden disfrutar" de esta parte del litoral de Gran Canaria "por un proyecto empresarial que se empezó a hacer por el tejado y no por los cimientos", agregó González.

Según desvelaron los camareros del Vistamar, la prensa noruega ya se ha hecho eco de las irregularidades que presenta el proyecto de ampliación de la playa de Tauro, en manos ahora de la justicia.