"Era fundamental alimentarlo con cualquier cosa". Los tres médicos forenses que practicaron la autopsia al bebé fallecido en Vecindario ratifican su muerte violenta por la falta de atención médica y de alimentación, según las declaraciones prestadas esta mañana en el juicio que se celebra en la Audiencia de Las Palmas.

Los expertos legales concluyen que la muerte es compatible con un homicidio porque la niña no pudo respirar al tener las vías respiratorias tapadas por las secreciones del parto. Ese problema, según los expertos, se resuelve sin dificultad con asistencia sanitaria, pero los padres decidieron tener el bebé en casa, sin preparación previa ni la asistencia de un especialista.

La dificultad para respirar y una hemorragia por no cortarle el cordón umbilical son las causas inmediatas del fallecimiento. La fiscal, por esos hechos, solicita 18 años de cárcel por asesinato. Las defensas apelan a la absolución al condenar que se trata de una muerte accidental en el curso de un parto natural.