La nueva oposición en el Ayuntamiento de Agaete (4 del Partido Popular y dos concejales no adscritos) han solicitado la convocatoria de un pleno extraordinario para que los plenos recuperen competencias que fueron transferidas al inicio del mandato a la junta de gobierno, en una fórmula de 'hacerse fuerte' ante la imposibilidad legal de una moción de censura.

El concejal no adscrito y exsocio de gobierno, Javier Gil, reconocía ayer que la situación política en Agaete es ahora diferente, después de ser expulsado de su partido (Nueva Canaria), y de que su compañero y cabeza de lista Carlos Álamo decidiera por decisión propia seguir su paso a la oposición por discrepancias con el partido. Este movimiento ha sumido al gobierno (NC y PSOE) en un profundo atasco, según Gil, que se refleja en que un mes después de la crisis política todavía siga sin haberse pactado un reparto de Áreas y que ni siquiera se hayan sentado con la oposición a negociar asuntos de interés general, después de que el gobierno se haya quedado en minoría (cinco votos, por los seis de la oposición)

Por este motivo, los citados ediles se han unido al Partido Popular para lograr un mayor poder en la toma de decisiones, recuperando competencias que fueron transferidas en el pleno de 23 de junio de 2015 a la junta de gobierno, bajo el argumento entonces de que "es conveniente a los intereses municipales, ya que el volumen de servicios y asuntos municipales se desenvolverían de una forma más eficaz".

La medida permitiría al pleno la aprobación de determinados proyectos de obras y servicios; operaciones de tesorería; acciones judiciales y administrativas; aprovechamiento de los bienes comunales; y reconocimientos extrajudiciales de créditos.