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Distinciones del Cabildo de Gran Canaria Premio Roque Nublo

"Jugar en la Península era una odisea al viajar con las sillas de ruedas"

"Nuestros jugadores han estado en paraolimpiadas, en mundiales y en la selección española", destaca Ismael Naim, presidente de la Agrupación Deportiva de Personas con Discapacidad Econy

Ismael Naim, el pasado viernes en la cancha del García San Román. QUIQUE CURBELO

¿Cuánto tiempo hace que es presidente del club?

Llevo desde el año 91. Yo empecé en esto jugando y durante muchos años compaginé el juego con la presidencia. Hace más de diez años que ya no juego y me dedico exclusivamente a la gestión del club.

El club se creó en el 85.

Sí, en el 85, en la cancha de La Isleta, a partir de una campaña de verano que hizo el ayuntamiento con la Caja Insular para gente con discapacidad. Y a partir de ahí la gente que se juntó para esas actividades decidió formar un club deportivo.

Su primer nombre fue Asociación Deportiva de Minusválidos Econy.

Sí. En principio el primer presidente quiso ponerle al club Achamann, pero cuando fuimos a inscribirlo ya existía una comunidad de propietarios que se llamaba así y nos lo denegaron. Por eso pasaron las letras a números y pusieron el nombre de Econy, que no tiene ningún significado ni es abreviatura de nada.

¿Usted está desde el principio?

No, yo llegué al año y poco, a finales del 87 fue cuando empecé con ellos.

¿Desde el principio competieron a nivel local?

No, al principio solo hacíamos exhibiciones y hacíamos partidos entre nosotros. En aquel tiempo había una liga pero era impensable que estuviera un equipo canario que tuviera que viajar cada quince días para competir en la Península. En aquellos tiempos contactamos con la federación a raíz de que yo empecé a inmiscuirme cada vez más. Antes era inviable que un equipo de la Península viniera aquí con los presupuestos en los que se movían. Ellos decían que venir a Canarias era impensable.

O sea, que la lucha fue larga.

A base de esforzarnos e insistir mucho fue como cuando en el año 91 empezamos un poco a competir en lo que entonces era la segunda división, con el grupo andaluz.

Los viajes eran al sur de España entonces.

Viajábamos a Andalucía, a Almería, Granada, Málaga, Melilla? y fue cuando empezamos un poco a competir. Ellos no venían la mayoría de las veces. Nosotros aprovechábamos el viaje y en uno solo jugábamos tres partidos fuera para economizar, pero cuando ellos tenían que venir rara vez lo hacían porque decían que no tenía recursos para viajar.

¿Ustedes tuvieron desde el principio ayuda de las instituciones?

Sí, sobre todo al principio el que nos ayudó mucho para que el equipo empezara a subsistir y competir fue la ONCE. En aquellos tiempos había un delegado aquí que se inmiscuyó bastante con el club y nos echó una mano.

¿Por qué motivo?

Es que coincidió en aquella época con la claudicación de Prodiecu y todos sus trabajadores se fueron a la ONCE. Nosotros teníamos varios de sus trabajadores y creo que a partir de ahí nos ayudó mucho. En los inicios del club, sin el apoyo de la ONCE no habríamos sobrevivido.

Viajar cada quince días a la Península sería una odisea con todo ese material a cuestas.

Claro. Por eso casi todo nuestro presupuesto se iba en aquellos tiempos en temas de viajes. Siempre teníamos que coger conexiones un poco raras porque en Andalucía muchas ciudades no tenían aeropuerto. Era una odisea.

Poco a poco el club se fue consolidando.

Sí, a partir de la temporada 93-94, que fue cuando conseguimos ascender, ya nos fuimos consolidando, ya empezamos a ganar derechos con las administraciones como los demás, muy poco a poco, en el tema de desplazamientos y subvenciones. Y alguna que otra ayuda externa.

Desde que lograron el ascenso no han vuelto a bajar de categoría.

Nunca, nunca más bajamos. Hasta ahora nos hemos mantenido en la máxima categoría.

El club empezó llamándose Agrupación Deportiva de Minusválidos.

Sí. Lo que pasa es que para cambiar la denominación del club tienes que pasar por una parafernalia de papeleos. Es verdad que el término minusválido ya no se utiliza, sino el de discapacidad, pero tampoco nos hemos preocupado mucho porque la denominación no es un problema. De hecho hay algún club perdido en Europa que todavía tiene la denominación de inválido.

El club, aunque deportivo, también tiene unos objetivos de integración social y formación.

Sí, siempre hemos ido de la mano. El tema era tener un club en la máxima categoría, que fuera el espejo de donde se puede llegar con trabajo, sacrificio y dedicación. Ese es el equipo que tenemos en la división de honor. Nuestros jugadores han estado en paraolimpiadas, en mundiales, han jugado con la selección española. Incluso algunos técnicos.

Y luego está el otro aspecto más social.

Sí, luego hemos hecho una labor de concienciación, tanto a la gente con discapacidad como a la que no. Y la verdad es que en ese aspecto cada año hemos ido trabajándolo cada vez más junto a campañas que ha hecho el Cabildo, yendo a centros escolares y de trabajo, dando charlas sobre prevención, con visos de ir captando docentes que quieran hacer deporte. Luego depende de la medida en que las personas lo quieran realizar, pero siempre hemos hecho las dos cosas de la mano.

La Administración también aporta algo.

Después de muchos años de guerra y de insistencia, reclamando cuáles eran nuestros derechos, algo hemos logrado. Estoy hablando de un club que tiene una competición europea ganada, un equipo que tiene dos copas del rey, un equipo que ha quedado dos veces subcampeón de liga?

Están en la élite de su categoría.

Sí, estamos en la élite y tenemos los mismos derechos que el Remudas y todos los demás equipos, pero no porque seamos un hecho excepcional, sino porque tenemos una serie de derechos en nuestro deporte. En lo único que nos ganan los otros en densidad de población, en números, pero a la hora de los logros no tenemos que bajar la cabeza ante ningún club. Por eso institucionalmente, a base de insistencia y de dar a conocer nuestros derechos, nos hemos ido equiparando a los demás.

Solo el transporte de material cuando juegan fuera es un problema añadido.

Sí la verdad es que los viajes son una odisea en bastantes ocasiones porque tenemos material enorme, que no es lo mismo que los demás clubes que viajan con su material más limitado. Nosotros tenemos que incorporar nuestras sillas de ruedas, que son más aparatosas.

Y también tienen viajes más largos, no solo a la Península.

No solo en España. A veces tenemos que viajar a competiciones europeas y, aunque podríamos coger vuelos que viajan directamente, el cabotaje del avión no te lo permite, y entonces tenemos que coger combinaciones distintas.

En Turquía ganaron la copa europea en 2007.

En 2007 fuimos campeones de Europa en Turquía, sí. Además, en aquel año el equipo era eminentemente de la tierra, de Gran Canaria, excepto un jugador. Más mérito tiene.

¿Las empresas privadas los patrocinan?

Desde el año 97 lleva colaborando con nosotros Domingo Alonso, que nos da una aportación económica, aunque no tan importante como la del Cabildo. Sin embargo, nos cede un vehículo que es actualizado cada año y medio. Sin ese vehículo cedido por Domingo Alonso no nos veríamos haciendo las actividades que tenemos. Es una furgoneta que nos viene de miedo. Nos allana mucho las actividades del club. Endesa empezó hace poco a colaborar con nosotros y nos ayuda en la campaña de concienciación, todo lo que se salga del deporte de alta competición. Llevamos varios años colaborando.

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