Gran Canaria incrementa su producción lechera. La Cooperativa de Ganaderos entregó a mediodía de este lunes en colaboración con la empresa Haricana la última remesa de 33 vacas frisonas preñadas procedentes de Alemania a dos explotaciones locales, una del Norte y otra del Sureste. El sector continúa con esta tradición importadora, que desde hace años permite abastecer a los empresarios locales, con la ayuda económica del Gobierno de Canarias.

El año pasado llegaron 495 vacas europeas, y esta es la segunda remesa de este año, que producirán una media de 10.000 litros de leche al año durante las cinco primeras temporadas, alimento que estará destinado al consumo diario y a la producción de quesos. Los ganaderos Andrés Pérez, que tiene su explotación en San Felipe de Guía, y los jóvenes hermanos Benito, Daniel y Lorenzo López, de Ingenio, recogieron el último trailer cargados con animales en las instalaciones de la Granja Agrícola del Cabildo de Gran Canaria.

Las novillas pasaron los siete días de su viaje en contenedores con aire acondicionado y bebederos automáticos, con un día de parada para su descanso en el norte peninsular, tras el que continuaron su trayecto hasta Gran Canaria, a donde han llegado embarazadas de entre 6 y 8 meses con destino a las citadas explotaciones de la Isla.

Una vez en las empresas, los ganaderos comprobarán la adaptación de las novillas y las introducirán en su canal de producción, en el que nacerán las crías que con el tiempo se sumarán a la aportación de leche para la distribución a los puntos de demanda de la Isla.

Los animales llegaron identificados y cuentan con el visto bueno sanitario que certifica la calidad de la raza y del producto que aportan, características que aprecian los ganaderos insulares, empresas que son fuente de trabajo para generaciones cada día más jóvenes.

La empresa de harinas y piensos lleva dos años colaborando en la importación de novillas de países como Holanda, Alemania, Francia e Italia, principales exportadores de estos animales al resto del mundo, tras un proceso de selección en el que son escogidos ejemplares de raza cien por cien frisona, de gran valor para la cuadra ganadera de Gran Canaria.

El sector trata ahora de recriar vacas, para lograr su propia producción y tener que reducir las importaciones, según el gerente de la Cooperativa, Nicolás Pérez.

La compra de vacas frisonas cuenta con una subvención del Gobierno de Canarias, que permite a los ganaderos pagar por cada cabeza unos 1.300 euros, cuando en origen cuesta poco menos de 2.000 euros.