Maspalomas culminó ayer sus nueve días de carnaval, dedicado en esta edición al continente europeo, con una fiesta multitudinaria a pie de playa. La jornada contó con el productor musical Carlos Jean, como artista estelar, y el desparpajo de los locutores de radio Óscar Martínez y Dani Moreno. La euforia que despertó entre las mascaritas el Despacito de Luis Fonsi, hit del carnaval sureño en esta edición, se convirtió luego en llantos de nostalgia durante el entierro de la sardina en el centro comercial Anexo Dos de Playa del Inglés.

La resaca de la cabalgata de Maspalomas, que congregó el pasado sábado cerca de 300.000 participantes a bordo de 115 carrozas, acabó ayer con una fiesta al sol de Europa.

A pie de playa y con casi 30 grados de temperatura, miles de visitantes despidieron el carnaval sureño con un baño en la orilla de Maspalomas y a ritmo de las últimas creaciones del Dj de origen haitiano, Carlos Jean.

Ya cuando el sol anunció su retirada de la fiesta, la marea de mascaritas se trasladó a las puertas del Centro Insular de Turismo, en Yumbo, para despedir a la anfitriona de la jornada.

La comitiva fúnebre, encabeza por el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, y varios miembros de la corporación partió hacia la Avenida de Alféreces Provisionales rodeada de sacerdotes y viudas afectadas por la pérdida del icono marino.

A su llegada al escenario del Anexo Dos el cómico Kike Pérez, que este año también actuó en las fiestas de la capital, procedió a la lectura del testamento de la fallecida. Tras pronunciar sus últimas voluntades, un espectáculo de fuegos artificiales despidió a la sardina antes de ser incinerada en la hoguera de Playa del Inglés. Este último recuerdo mantendrá viva la llama del espíritu del carnaval durante los próximos 12 meses.