Gran Canaria incrementa su producción lechera. La Cooperativa de Ganaderos entregó ayer en colaboración con la empresa Haricana la última remesa de 33 vacas frisonas preñadas procedentes de Alemania a dos explotaciones locales, una del Norte y otra del Sureste, subvencionadas por el Gobierno de Canarias. Mientras, el sector reivindica también ayuda económica para poner en marcha una planta de recría, y evitar seguir acudiendo como hasta ahora al mercado europeo para rejuvenecer las granjas. Los empresarios locales ansían ganar cuota de mercado, ya que ahora sobre cubren el 8% de todo el consumo lácteo de Gran Canaria, y casi todo se destina a la elaboración de queso.

El año pasado llegaron 495 vacas de los pastos centroeuropeos en una quincena de envíos. Y ayer se registró la llegada a la Granja Experimental del Cabildo de Arucas del segundo camión de la temporada, con 33 animales que producirán una media de 10.000 litros de leche al año, durante las cinco primeras temporadas. Y, como destinatarios, los ganaderos Andrés Pérez, que tiene su explotación en San Felipe de Guía y se llevó 25 animales; y los jóvenes hermanos Benito, Daniel y Lorenzo López, de Ingenio, con las ocho restantes.

Las novillas procedentes en este caso de Alemania pasaron los siete días de su viaje en contenedores con aire acondicionado y bebederos automáticos, con un día de parada para su descanso en el norte peninsular, tras el que continuaron su trayecto hasta Gran Canaria, a donde han llegado embarazadas de entre 6 y 8 meses.

Los animales llegaron identificados y cuentan con el visto bueno sanitario que certifica la calidad de la raza y del producto que aportan, según el Cabildo.

La compra de vacas frisonas preñadas cuenta con una subvención del Gobierno de Canarias, que permite a los ganaderos pagar por cada cabeza unos 1.300 euros, cuando en origen cuesta poco menos de 2.000 euros. Y el objetivo es revitalizar la cabaña local, con un ganado que siempre se ha adaptado bien a las peculiaridades isleñas y gozan de una elevada capacidad de producción, frente a otras razas.

El sector trata ahora de dar un paso más, y reducir la dependencia de las compras de este ganado en el exterior. Para ello, pretende poner en marcha un programa para recriar vacas, según el gerente de la Cooperativa de Ganaderos de la Isla, Nicolás Pérez, que requiere una fuerte inversión inicial para su puesta en marcha y un tiempo de materialización de casi dos años hasta que empieza a dar vida a las primeras generaciones.

En estos momentos Gran Canaria cuenta con unas 7.000 cabezas, cuando hace una década contaba con cerca de 12.000 vacas, lo que demuestra su pérdida de peso en el conjunto de la economía. Nicolás Pérez asegura que uno de los problemas del sector es la falta de polígonos ganaderos que permitan la instalación de granjas. A esto se une la disparidad de normativas para ubicarse en los distintos municipales, que puede oscilar de 700 a 1.000 metros de distancia de las zonas urbanas.

El resultado es que el sector apenas abastece ahora un 8% del consumo lácteo en Gran Canaria, ya que el resto se trae de fuera. Y de esa cuantía, casi todo va a parar a las industrias queseras, y una mínima cantidad de leche se vende en las zonas turísticas. "Hay un gran potencial de crecimiento", destaca el gerente, que habla de que existen muchos jóvenes que quieren vivir de este negocio. Y, entre las nuevas generaciones se encuentra uno de los destinatarios de esta última remesa de vacas. Benito López tiene 24 años y dirige una granja con 95 vacas en su industria de Ingenio, junto a sus hermanos Daniel, de 23, y Lorenzo, de 30.

El año pasado ya compraron una partida y ahora la segunda, y esperan seguir incrementando su cabaña. "La variedad frisona tiene una mayor producción de leche", alega. Y en cuanto a las vacas alemanas, ya que tradicionalmente se traían de Holanda, señala que suelen ser más sanas, tienen un mayor cuerpo y están habituadas a caminar más.

De momento, la empresa familiar tiene garantizadas las ventas de la producción láctea a una fábrica quesera de Valsequillo. Y no descarga en un futuro también elaborar su propio queso.

La empresa de harinas y piensos Haricana lleva dos años colaborando en la importación de novillas, que no solo llegan de países como Holanda y Alemania, sino también de Francia e Italia, principales exportadores de estos animales al resto del mundo, "tras un proceso de selección en el que son escogidos ejemplares de raza absolutamente frisona, de gran valor para la cuadra ganadera de Gran Canaria", según el Cabildo.