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San Bartolomé de Tirajana

Cuando la tosca desplaza al asfalto

Pérez apuesta por pavimentar el acceso a El Canalizo con la piedra natural del entorno

Cuando la tosca desplaza al asfalto

En El Canalizo, un pequeño paraíso aledaño a la presa de Chira y Cercados de Araña, en las montañas de San Bartolomé de Tirajana, el asfalto tiene prohibida la entrada. Las restricciones paisajísticas de la zona, que se ubica en el Parque Rural del Nublo, ha obligado al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana a indagar en las nuevas técnicas "sostenibles" de pavimentación para solucionar los problemas de acceso a los vecinos y visitantes del enclave. La reutilización de la tierra y la tosca del propio sendero ha permitido mejorar el firme de los 800 metros lineales del camino que conecta al pago con la carretera general. Con esta iniciativa, El Canalizo se convierte en "la vía ecológica más larga de Canarias", apuntó el alcalde del municipio sureño, Marco Aurelio Pérez, y en la envidia sana de las localidades cercanas de medianías.

Antonio Suárez, vecino de El Canalizo, estaba ayer muy "contento" no solo con la "mejora" que ha experimentado en las últimas semanas la única vía que conecta su casa con el resto del mundo, sino también con la "conciencia medioambiental" que se ha despertado en el municipio.

En épocas de lluvia, que cada vez son más impredecibles y "torrenciales" en esta zona de la Isla, el camino a El Canalizo se cubre de una masa de arcilla y piedra, casi imposible de sortear por los vehículos de la zona.

Sin embargo, la intervención urbanística en este sendero, en particular, y en las zonas de medianías, en general, suele encontrar varias piedras en el camino.

Precisamente a partir de la reutilización de esas calizas y arcilla (los propios recursos de la tierra) el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha encontrado la fórmula para conciliar seguridad, transporte y sostenibilidad medioambiental.

El denominado "sistema batisolid" permite la pavimentación de senderos a partir de la aplicación de materiales naturales. "Sin cemento ni alquitrán", precisó el alcalde de San Mateo, Antonio Ortega, que ayer se desplazó a Tirajana en compañía de su homólogo en Tejeda, Francisco Perera, para conocer en persona las ventajas de este nuevo modelo de firme.

Con esta apuesta, que ha supuesto una inversión municipal de 76.000 euros, "algo más caro que el sistema tradicional, pero que a la larga merece la pena", señaló Pérez, San Bartolomé se estrena en el uso del "hormigón ecológico". Tras esta prueba piloto, el municipio proyecta integrar esta nueva técnica en futuras obras.

Los municipios de medianías, Tejeda, Valsequillo, Santa Brígida y San Mateo ya han mostrado gran interés en copiar el modelo en su territorio. Valsequillo y Tejeda ya se han beneficiado de las ventajas del sistema de pavimentación. Y San Mateo no tardará en aplicarlo en zonas como "Cruz de Saucillo o Camaretas", donde la calificación del suelo y las demandas de los vecinos requieren de "una solución de este tipo", señaló el alcalde Antonio Ortega.

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