Los alcaldes de la comarca Norte de Gran Canaria mantienen posiciones totalmente contrarias sobre la ampliación de la autovía GC-1 en el tramo entre Bañaderos y El Pagador y ayer se volvieron a enfrentar en una reunión con el Cabildo y el Gobierno de Canarias para valorar la construcción de unos túneles de la costa de Moya e incluir ese nuevo trazado en el Plan Insular de Ordenación (PIO), actualmente en revisión.
El Ayuntamiento de Moya defiende la alternativa de construir esos túneles para liberar el espacio que ocupa la carretera y crear una zona turística en el litoral, mientras que los consistorios de Gáldar, Guía y Agaete proponen un desdoblamiento de la vía a su paso por los barrios de Quintanilla, San Andrés y El Altillo, una solución más barata y, sobre todo, más rápida.
La alternativa de los túneles cuesta unos 52 millones de euros y no figura actualmente como una prioridad en el Convenio de Carreteras entre el Estado y Canarias, por lo que se teme que su construcción se retrase durante años o décadas, pues, como mínimo, primero se tendrán que terminar la nueva vía de La Aldea y la cuarta fase de la circunvalación.
La consejera de Política Territorial del Cabildo, Inés Miranda, convocó ayer a los diez municipios de la Mancomunidad del Norte y al Gobierno de Canarias, representado por los viceconsejeros de Política Territorial, Jesús Romero, y de Infraestructuras, Onán Cruz, para valorar la propuesta de Moya e incorporarla al planeamiento a través del nuevo PIO y del Plan Territorial Parcial del Litoral del Norte (PTP-15). Sin embargo, la reunión concluyó sin acuerdo y con un duro enfrentamiento entre los alcaldes de Moya, Hipólito Suárez (PP), y de Gáldar, Teodoro Sosa (NC), según reconocieron ambos a este periódico.
Suárez argumentó que Moya "no va a renunciar al desarrollo de los barrios de la costa" y señaló que mantener la actual carretera hasta la construcción de los túneles solo supone para los conductores una pérdida de unos tres minutos en recorrer ese tramo, donde la velocidad está reducida a 50 kilómetros por hora. A su juicio, la alternativa de los túneles se debe recoger en el PIO y en el PTP-15, algo que aceptan el Cabildo y el Gobierno autónomo, y después incluirse como obra prioritaria en el convenio con el Estado, siempre después de la segunda fase de La Aldea.
Por contra, Sosa exigió que se realice cuando antes el desdoblamiento de la actual carretera, para lo que solo es necesario construir dos carriles por el interior de esos barrios, y resaltó que el desarrollo de la comarca del Norte "no puede seguir esperando otros diez o veinte años a que aparezca el dinero para los túneles".
El alcalde de Gáldar advirtió de que su Ayuntamiento "no va a permitir que se vuelva a caer en un error semejante al de la Variante de Bañaderos", que fue anulada por los tribunales y retrasó durante más de diez la ampliación de la vía. "Si el Estado no quiere dar el dinero para La Aldea, ¿cuántos años habrá que esperar para esos túneles", se preguntó Sosa.
El alcalde de Arucas, Juan Jesús Facundo, dijo que "ambas posiciones son razonables" y auguró que habrá "un gran debate" en el seno de la Mancomunidad del Norte.
