Un vecino denuncia a los propietarios de 183 viviendas de Teror por entender que incumplen la Ordenanza sobre el uso del color en las fachadas de las edificaciones, en represalia porque el Ayuntamiento no le devuelve la fianza de 150,25 euros que depositó por la licencia de obra, tras ser denunciado por otra persona por pintar el frontis de su casa de rojo, una gama que está prohibida fuera del casco histórico. La situación ha despertado "cierta alarma social" y ha desbordado a las oficinas municipales, ya que la Policía Local y la oficina técnica están inspeccionado uno a uno todos esos inmuebles para comprobar si cumplen con la normativa, para dar respuesta al escrito. "Si me dejan en paz y me devuelven el dinero, rompemos la denuncia", alega el autor, Enrique Norro.

Numerosas casas han comenzado a recibir una inspección de agentes de la Policía Local, que en estos días se han dedicado a sacar fotos de las fachadas. La visita oficial se realiza a instancias de la Concejalía de Urbanismo, después de que el 6 de febrero se presentara en el Registro del Ayuntamiento un listado con la dirección de viviendas que pueden estar fuera de la gama de colores obligatoria.

El autor de la denuncia, Enrique Norro, asegura que presentó el escrito porque no le devuelven la fianza de 150,25 euros depositada por la tasa municipal para pintar la fachada de su casa de Arbejales. Según expone, se le ha instado a que cambie el rojo de la fachada por el color "blanco o similar" a través de tres notificaciones de octubre, noviembre y diciembre. Aunque señala que entendería que se le sancione por pintar de rojo, el afectado alega que existe un "agravio comparativo", porque existen a su entender muchas casas de colorines en Teror, pero que sólo se le "castiga" a él.

En la denuncia señala que el tono rojo, por el que fue denunciado por una vecina previamente y que llevó a la intervención de los servicios municipales, aparece en la sede del PSOE. Y que también hay colores en locales públicos y colegios. Pero no se queda ahí, ya que complementó el documento con la dirección de un total de 183 inmuebles que, a su juicio, vulneran la carta municipal para el uso de colores.

Enrique Norro alega que está sufriendo un agravio comparativo del Ayuntamiento de Teror. Y asegura que, aunque ha presentado esta relación de viviendas, podría haber recogido casi el doble. "Nunca se ha hecho nada contra ellas, pero sí han ido contra la mía". Y añade que "solo me he dado un paseo y he recogido casi 200 casos, pero podría incluir más".

Norro defiende que "no tengo nada contra nadie, y solo pido que me devuelvan la fianza y que me dejen en paz. Si se hace, lo rompemos y ya está". Y teme por una sanción de 600 euros, ya que, dice, no podrá pintarla toda otra vez por que "media casa está cerrada", debido a un conflicto vecinal por una servidumbre.

El Ayuntamiento de Teror admite estar sorprendido por esta denuncia múltiple. En cualquier caso, está mirando cada caso para ver su situación, con el objetivo de responder a la denuncia antes del verano. En estos momentos están visitando cada vivienda denunciada, y realizando fotos. El segundo paso será que la oficina técnica lleve a cabo una criba, comprobando si cumplen con los colores y si están dentro o fuera del casco histórico, y si ha prescrito o no la obra. Los responsables municipales deberán decidir luego las acciones, si bien se reconoce que es un asunto complejo. De cualquier forma, recuerdan que, aunque en los barrios solo se puede pintar de blanco y ocres, en el casco histórico es posible los colores. Precisamente, fuentes municipal aclaran que el citado inmueble del PSOE, citado en el escrito, está dentro del núcleo urbano protegido, por lo que está permitido el rojo inglés. Y avanzan que también habrá que ver si las posibles denuncias han prescrito por los años que llevan pintadas esas casas.

El Ayuntamiento asiente que existe "cierta alarma social" entre vecinos afectados por esta denuncia "masiva", debido a la visita de agentes de la policía en sus casas, si bien no se han enviado de momento cartas a los denunciados.

En el listado aparece también la dirección de la casa del concejal de Urbanismo, Juan Trujillo, por el color de la zona ajardinada que la rodea, ya que la fachada es blanca.

Tras este caso, la Corporación apunta que también se está planteando extender la carta de colores del casco a todos los barrios, para evitar que los vecinos se van obligados a pintar de blanco u ocre sus casas, aunque siempre dentro de tonos armónicos con el entorno.

La Ordenanza Fiscal de Teror establece desde 2009 una tasa por obras en edificios, tanto interiores como exteriores, como es la pintura. El coste mínimo de la licencia es de 150,25 euros, si bien dependerá del coste global del proyecto.