Marco Aurelio Pérez Sánchez ve "inviable" el proyecto ideado para poner en funcionamiento el tren que conecte la capital grancanaria con el Sur de la Isla. Así lo manifestó durante el turno de preguntas de los asistentes al foro de Editorial Prensa Canaria celebrado ayer en el Hotel Santa Catalina. El regidor aseguró que se trata de una iniciativa poco factible, principalmente por el tiempo que consume. "Tarda más que un coche, hace más paradas que la Global y los usuarios pueden tardar en llegar a sus trabajos más de una hora y media", señala.

Así, hizo hincapié en que se trata de una duración que puede reducirse una hora con otro medio de transporte. "Por ejemplo, en coche de uso compartido pueden hacer el trayecto en media hora", agrega mientras gran parte del público que lo escucha asiente con la cabeza ante su respuesta.

Pero, por otro lado, el mandatario garantiza que su postura no ha sido siempre la misma. "Creí en el proyecto cuando me lo explicaron en Tenerife y lo entendí", explica. De esta forma, puntualiza que la principal razón que ha llevado a sus impulsores a plantear la presencia de este medio de transporte en la Isla es la ausencia de financiación económica que el Archipiélago recibe para esta área.

"Desde el Ministerio de Fomento Canarias recibe dinero para carreteras o puertos, pero no para ferrocarriles y es dinero que perdemos los canarios", detalla Pérez mientras afirma que es una dotación que no se recibe ni siquiera para invertir en otras iniciativas ante la ausencia de líneas férreas.

"Lo entendí, pero una vez conocí bien el proyecto, considero que va a se inviable desde el punto de vista económico y de gestión", añade. Un punto de vista que ha dejado claro y que muestra que no le convence la instalación de este medio de transporte público hasta el municipio que gobierna desde hace seis años consecutivos.

Asimismo, la instalación de este ferrocarril en la Isla es un tema que lleva varios años tratándose. La idea partió del exconsejero nacionalista de Transportes del Cabildo de Gran Canaria, Román Rodríguez hace dos mandatos -entre 2007 y 2011-. Un propósito que actualmente sigue apoyando el actual presidente del órgano insular, Antonio Morales, también perteneciente a Nueva Canarias.

Cabe señalar que materializar la idea y que la Isla tenga este tren que conecte Las Palmas de Gran Canaria con el Sur supone un presupuesto que ronda los 1.200 millones de euros, una cantidad que sería financiada con los fondos de la Unión Europea. Aún así, la principal inquietud de los que no están de acuerdo con su creación reside en las dificultades que pueden resultar de cara a su mantenimiento, gastos que asumirían administraciones púbicas canarias. De esta manera, el inconveniente no es construirlo sino el desembolso para sustentarlo.

Por otro lado, aunque la primera fase del proyecto consiste en conectar la capital con Maspalomas, existe la intención de una segunda donde el municipio de Arucas juega un papel importante y, además, habría conexión con el Norte. Pese al impulso de la idea, cuando José Miguel Bravo de Laguna encabezó la lista del Cabildo de Gran Canaria, como presidente y dentro del PP, entre 2011 y 2015, el proyecto se frenó por falta de financiación.

Por este motivo, no se llevo a cabo el estudio de tres de las paradas que el tren ejecutaría en caso de su puesta en marcha, ya que cada lugar de recogida y bajada de pasajeros lleva su propio plan e incluso algunos han tenido litigio judicial.

Actualmente este propósito de vertebral con transporte guiado la ciudad capitalina hasta la zona turística de San Bartolomé de Tirajana, liderada por Marco Aurelio Pérez, continua parado. A pesar de ello, el recorrido está fijado y, con paradas de unos tres minutos aproximados, el punto de partida desde la capital sería el Intercambiador en Santa Catalina. Dirección Sur, pasaría por San Telmo, Jinámar, Telde, Ingenio, Agüimes y San Agustín hasta llegar a Maspalomas, uno de los espacios más transitados por visitantes durante todo el año.

Los primeros trabajos concluidos que se comenzaron para hacer realidad la presencia del ferrocarril, consistieron en la cata de los espacios a ser ocupados para comprobar la idoneidad del suelo para construir e introducir el tren. Asimismo, la idea principal se basa en que la capital sea abastecida con un metro mientras el resto de lugares con el tren. Finalmente, se determinó que el suelo sí es favorable e incluso algunas de las paradas ya están creadas en el plan.

La ejecución del ferrocarril es a día de hoy una cuestión por resolver. Quién sabe si se resolverá como el tren articulado cuyas bases se instalaron allá por los 80 para llegar al Sur y que tampoco concluyó.