Son alemanes y aunque llevan buena parte de su vida viviendo en Canarias no son capaces de decir bien ni la hora en español: los personajes que dan nombre al último show de El Supositorio, Welcome to Canarias, son el mejor ejemplo del humor que practica este colectivo. Este viernes, en el marco del festival Ingenio Cómico, los espectadores tendrán una de las últimas oportunidades de poder disfrutar de él en directo antes de que el colectivo se enfrasque en los preparativos del show de su décimo quinto aniversario, que presentarán cuando se acerque el verano.

El espectáculo compendia varios sketches sin conexión aparente que introducen al espectador en realidades engarzadas con el hilván del humor. Están estos bondadosos alemanes que sin llegar a integrarse en la sociedad isleña sí que forman parte de su idiosincrasia y pueden llegar a marcarse un videoclip de electropop ochentero al ritmo del Sorondongo, pero también otros personajes, archipelágicos o no, que viven situaciones hilarantes frente a los espectadores e incluso con ellos.

Historias hilarantes

"Nosotros solemos decir que somos un grupo canario de humor, que no un grupo de humor canario", aclara José Ramallo, uno de los componentes de El Supositorio, días antes de la función en Carrizal. Por eso en Welcome to Canarias es posible ver casos ambientados en el Antiguo Egipto, pero que nos suenan muy cercanos: familiares de dirigentes que intentan sacar tajada de grandes obras públicas o trabajadores que tratan de conseguir algo tan aparentemente sencillo como una baja laboral. Durante algo más de una hora y media, los espectadores pasan a formar parte de su alocado universo en estos y otros sketches que es mejor no desvelar. Sólo un anticipo: presten atención a la hilarante historia que plantean sobre la relación profesional entre Batman y Robin.

Los espectadores no tienen que esperarse una comedia teatral al uso o monólogos de pie de micro y paredes de ladrillo, sino gags cercanos a los dogmas del humor inteligente pero absurdo del que los británicos Monty Python fueron maestros y precursores. "No es una obra de teatro de humor que empieza y termina, sino que vamos interpretando diversas escenas cómicas que pueden durar desde tres minutos la más corta a 15 la más larga", detalla Ramallo.

Además de beber de la inagotable fuente humorística que dejó para la posteridad la troupe de Terry Gilliam, el humor de El Supositorio tiene un claro anclaje en referentes espacio-temporales muy concretos y cercanos a los espectadores. En este sentido, Ramallo reconoce que los componentes del grupo son "tipos de una edad que han vivido en la Canarias democrática" pero sin olvidar sus orígenes como "gente que se crió en barrios de las ciudades capitalinas: ese es nuestro humor".

La cita del viernes en Carrizal viene a saldar una vieja deuda de El Supositorio con Gran Canaria. Welcome to Canarias no había recalado en la Isla desde que fue presentado en el auditorio Alfredo Kraus de la capital en otoño de 2015, a pesar de haber rodado en más de una decena de ocasiones en Tenerife. El hecho de que además sea uno de los últimos pases del espectáculo antes de que el grupo se embarque en los proyectos de su aniversario aporta un aliciente más.

El espectáculo de El Supositorio es el segundo del festival Ingenio Cómico. Las siguientes citas serán a lo largo del mes de abril: el mismo sábado, el pase de BoleRock and Roll; el día 7 el monólogo Que no nos frunjan la fiesta de David Guapo y el resumen del carnaval de Cádiz el día 21 antes de que los Chefs de Yllana cierren la programación de sala del festival, que en junio saltará a las calles de Ingenio.