La cuarta fase de la circunvalación de Vecindario tendrá que esperar unos meses más. A pesar de que a comienzos del pasado mes de julio se anunció que los trabajos para conectar con una vía de dos carriles por sentido el tramo entre Venezuela y Fernando Guanarteme estarían concluidos en marzo de este año, los trabajos han acumulado varios meses de retraso y no será finalmente hasta el mes de noviembre cuando los vehículos puedan comenzar a rodar por este sector de 700 metros que acerca el anillo viario hasta el límite del término municipal con el de Agüimes.
El concejal de Obras Públicas, Francisco García, achacó ayer que el retraso en las obras a dos factores diferentes. El primero, un retraso a la hora de firmar el contrato con la empresa concesionaria de los trabajos, la constructora Santana Cazorla. "No lo pudimos adjudicar en septiembre, como era nuestra intención, sino a finales de octubre", explicó.
Además de estas dilaciones burocráticas, las obras se han topado con el elevado volumen de trabajo de la empresa que obtuvo la licitación, puesto que en el momento de comenzar los trabajos en Vecindario aún tenía pendiente de conclusión otra adjudicación de gran volumen en el Aeropuerto de Gran Canaria a través de una unión temporal de empresas. El edil de Obras explicó que la compañía expuso al consistorio "las dificultades que estaban teniendo en otra obra importante". Como la subvención para la circunvalación, procedente de un convenio firmado con el Cabildo el año pasado, "estaba garantizada hasta 2017", la Administración municipal accedió a posponer el arranque de los trabajos de la carretera perimetral de Vecindario.
Fue a mediados de febrero cuando las máquinas comenzaron a trabajar en la circunvalación y desde entonces las obras se ejecutan a buen ritmo, a juicio de García. El concejal confirmó ayer que, de mantenerse la progresión, la vía se podrá abrir al tráfico rodado el próximo mes de noviembre o a comienzos de diciembre.
Las obras de la circunvalación consisten en el desdoblamiento de la carretera existente construyendo, además, una mediana de siete metros de anchura que estará totalmente ajardinada. Las calzadas contarán con 9,50 metros de ancho, con dos carriles de 3,5 metros, espacio reservado para aparcamiento de 2,5 metros y una acera de cinco metros. Los trabajos también incluyen la instalación de alcorques para plantar palmeras, ficus y otras especies vegetales, así como dos sistemas de pluviales e imbornales con doble rejilla para la recogida de aguas procedentes de la lluvia. Estas instalaciones evacuarán en los barrancos del Polvo y de Majadaciega. El presupuesto para poner en marcha la vía supera los 700.000 euros.
